Ideando

Publicidad con sentido social

Siempre he sido partidario de que las instituciones públicas con presupuesto para publicidad, pero que no necesitan publicitarse porque su razón de ser no las obliga a ello, destinen el mismo a desarrollar campañas publicitarias con sentido social; que sus esfuerzos de comunicación tengan como finalidad informar, orientar, concientizar, educar y motivar a la población respecto a asuntos públicos de importancia para mejorar la convivencia ciudadanía y el bienestar colectivo.

Son muchos los temas donde el rol de la publicidad con sentido social pudiera ser de gran utilidad para la gente.

Aquí hacen falta campañas permanentes de salud pública orientadas a prevenir enfermedades como el cólera, dengue, leptospirosis, covid, etc.

Igualmente, campañas para disminuir la violencia contra la mujer, así como el respeto a los derechos de las personas especiales. Campañas promoviendo y concientizando en torno a la importancia de donar órganos y sangre; campañas a favor del no maltrato a los adultos mayores y a los animales; esfuerzos de comunicación que propugnen por el respeto al medio ambiente y al uso de las frases de cortesía, es decir, comunicación que propugne por cambios en la conducta de la gente para mejorar el país.

Las campañas educativas, preventivas y disuasivas de tránsito son una necesidad de vital importancia para el país, dada la cantidad de muertes que se originan por el irrespeto y temeridad de los conductores, colocando el país en deshonrosos sitiales de liderazgo en la materia.

He elogiado las campañas de prevención que ha ejecutado la Superintendencia de Bancos con el propósito de orientar a los usuarios acerca de los diversos delitos financieros que se originan y ante los cuales deben protegerse.

Lo propio ha hecho Banreservas con su campaña para educar a la población en el sentido de que los datos de sus tarjetas no los compartan con nadie.

El Ministerio de Salud Púbica también ha implementado algunas campañas preventivas de salud, esfuerzos loables, aunque muchas veces de pobre creatividad y ejecución.

Debería el estado conformar una dependencia que ejecute un programa permanente de campañas con sentido social donde se cuide la forma para que puedan tener mayor impacto y alcance.

Todos los esfuerzos publicitarios que procuren orientar a la población y le ayuden en cualquier sentido, son válidos y debieran ser más frecuentes.

Lo que más necesita nuestro país es educación. Desde enseñar a la gente a cómo alimentarse sanamente hasta cómo cruzar una calle.