PANORAMA POLÍTICO
Biden podría tener sus días contados en la presidencia
Los días del presidente Biden en la política activa de su país y su intento de ganar la reelección podrían estar contados, después del debate presidencial del pasado jueves 27, que en sentido general favoreció a su oponente, el ex presidente Donald Trump, y dejó al gobernante mal parado.
A diez días de ese debate se ve claro que Biden, quien se encerró antes en la casa presidencial de Camp David, Maryland, no estaba preparado para una discusión cara a cara con el ex presidente, por lo que nunca debió proponer la misma, sin que sus asesores hicieran algo.
Ya con su iniciativa que desde el primer momento favoreció al contrincante, no escuchó el consejo de la ex secretaria de Estado y ex candidata presidencial, Hilary Clinton de que tal debate “no tiene sentido”. Probablemente la experimentada política anticipaba que Biden iba a una encerrona.
El debate le hizo un daño terrible al presidente en ejercicio. Él mismo ha dicho después entre los comentarios que han seguido al episodio que en algún momento sintió que se dormía. Ha admitido que cometió errores, pero aún con todo eso sigue aferrado a la candidatura.
En el debate de hace 10 días, el presidente Biden titubeó mucho y no pudo sobrepasar la ensarta de mentiras y falsedades que mantuvo Trump en su discurso. Apaleado por la retórica del oponente, al término del debate se vio a un presidente cansado.
Los allegados argumentarían después con bastante razón que el gobernante sufrió el jet lag tras dos viajes transatlánticos que lo llevaron a dos puntos diferentes de Europa con escaso tiempo para descansar. Su preparación en la casa de Camp David evidentemente que no ayudó.
El diario The New York Times produjo el viernes de la semana pasada un editorial de su consejo de dirección reclamando a Biden, con argumentos muy sólidos, su retiro de la campaña electoral. El Times, que apoyó al presidente en la campaña motivó bien sus razones.
4 de julio inseguro
Estados Unidos celebró el jueves el 248 aniversario de su Independencia inseguro de si el presidente recuperará las fuerzas y logrará mantener el apoyo de su Partido Demócrata, como lo tiene de la familia Biden, antes de que se imponga la noción de que hay que sustituirlo.
Con los fuegos artificiales que iluminaron los cielos en las grandes ciudades y los asados en todas partes donde hubo buen tiempo, los norteamericanos tuvieron como telón de fondo y conversaciones monotemáticas qué pasará a su presidente de 81 años aferrado a su reelección.
Si Biden se retira pronto, ya que la convención demócrata está a pocas semanas de su celebración, no será el primer presidente que abandona la lidia por la reelección. Lindon B. Johnson, quien heredó la Presidencia tras el asesinato del presidente Kennedy en 1963, se retiró en 1968.
Con una hoja impresionante por ser el presidente que más hizo por los afroamericanos y contra la violencia armada tras los asesinatos del presidente en ejercicio, de su hermano Robert Kennedy, de Martin Luther King y del activista Malcom X, lo aplastó el desastre de la guerra de Vietnam.
Para los dominicanos, el nombre de Johnson es una mala palabra; mandó el 28 de abril de 1963 más de 40,000 marines para sofocar la revuelta constitucionalista bajo el supuesto de que estaba dirigida por los comunistas y que llevaría al establecimiento de una nueva Cuba.
Kamala Harris
Si en la línea de sucesión natural se encuentra Kamala Harris, la vicepresidenta, abogada y ex procuradora general y senadora de California, también figura ahora en el caso de que el presidente Biden decida no continuar adelante con su pretensión reeleccionista.
La doctora Harris es la primera mujer y afroamericana que alcanza la Vicepresidencia, y si fuera postulada y ganara, también la primera mujer presidenta y la primera persona afroamericana con ese título. Su desempeño como segunda al mando ha recibido críticas por lo pálido de su actuación.
Sin otro mandato constitucional que sustituir al presidente en el caso de ausencia, ella ha estado siempre a la sombra de Biden quien, pese a sus achaques y torpezas, ha sido un presidente que llegó al poder en el 2020 con una hoja de vida impresionante como político y estadista.
La vicepresidenta Harris, de origen jamaiquino, se ha reunido en al menos dos ocasiones con el presidente dominicano Luis Abinader y ha sido comisionada por el presidente Biden para dar seguimiento a los asuntos del CARICOM y de la crisis de Haití.
En un video filtrado, el ex presidente Trump insultó al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris con términos impropios para ser publicados. Eso forma parte del estilo que mantuvo mientras era presidente y ahora en la oposición cuando fue sometido y condenado en la corte de Nueva York.
El impacto del retiro
Los analistas no alcanzan a definir todavía el impacto que tendría en el Partido Demócrata el retiro de la candidatura presidencial de Biden y la designación de Harris como la candidata presidencial. Se ha barajado otro nombre, el del gobernador de California, Gavin Newsom.
La designación de Harris dejaría a Newsom fuera de juego por cuanto no podría ser el vicepresidente de Harris ya que los dos son del mismo estado. Los números del Partido Demócrata han mejorado si Harris en las hipótesis, fuera la candidata. Eso dicen las encuestas.
Ahora mismo el presidente Biden está unos cinco puntos detrás de Trump. En una reunión para recolección de fondos en Nueva York y Nueva Jersey, temprano en la semana, sus ingresos fueron sustanciales, pero posteriormente uno de los donantes principales, Abigail Disney, del imperio de Walt Disney, reveló que no haría donaciones mientras el presidente se mantenga en la lidia.
En la semana que casi termina, el presidente Trump fue beneficiado por un fallo de la Suprema Corte de Justicia que le concede inmunidad parcial por los hechos del 6 de enero del 2021 cuando una turba trumpista asaltó el Capitolio. Con voto disidente, la jueza Sonia Sotomayor dijo que “el presidente es ahora un rey que está por encima de la ley”.
No se sabe de momento qué impacto tendrá en la campaña electoral el dictamen de la Corte Suprema, que fue impuesto por el ala conservadora de seis magistrados, tres de los cuales fueron nombrados por Trump, en contradicción con tres liberales quienes expresaron “temor por nuestra democracia”.
Trump tiene varios juicios pendientes y uno de ellos es en Georgia, donde el ex gobernante trató de influir en la junta de organización de las elecciones para sumarle cierta cantidad de votos que le harían ganador del importante estado.
El fallo 6 a 3 del Supremo beneficia a Trump puesto que cualquier proceso que surja quedará aplazado hasta después de las elecciones de noviembre, donde el ex presidente será el abanderado del Partido Republicano que tiene en su puño y espera ganar. Ya ha delineado cuántas cosas haría si gana y como reversaría muchas de las medidas de Biden.