Basura a la deriva

El aumento y la persistencia de los residuos plásticos se ha convertido en una preocupación mundial; lo que ha llevado un incremento en la cantidad de estudios e investigaciones sobre la producción y el destino de estos compuestos. El reporte de Estado de la Convención del Área (SOCAR) preparado por Programa Ambiental de las Naciones Unidas concluyó que solamente en el 2015 las emisiones de residuos plásticos al Gran Caribe superaron el millón de toneladas.

República Dominicana produce alrededor de 4 millones de toneladas de residuos sólidos de forma anual, de los cuales sólo el 30% llega a vertederos de forma adecuada. Se desconoce con seguridad el porcentaje de plástico presente en nuestros residuos sólidos, pero se estima que el valor fluctúa entre 20 y 60% del volumen acumulado. La mayor acumulación de residuos del país está en el Vertedero de Duquesa, que recibe unas 4,000 toneladas diarias de basura.

La acumulación de residuos en terrenos a cielo abierto, como el vertedero de Duquesa, y la mala gestión de la basura a nivel local, resulta en la contaminación de los cuerpos hídricos cercanos. La escorrentía producida por lluvias, los vientos y la fuerza de la gravedad actúan sobre los escombros para transportarlos lentamente hasta los océanos y el Mar Caribe; de donde la basura continúa moviéndose a la deriva hasta su destino final.

En el 2021 Lourens Meijer y sus coinvestigadores publicaron los resultados de un modelo global sobre las emisiones de residuos plásticos a los océanos. El modelo concluyó que sólo 1000 ríos a nivel mundial contribuyen más del 80% de las emisiones de residuos plásticos a los océanos del planeta. Los ríos Nagua, Haina y Ozama se encuentran dentro de este listado.

Estos resultados son altamente preocupantes y deben llevarnos a reflexionar; o más importante a tomar acción sobre la gestión de nuestros residuos sólidos. El modelo de Meijer, está basado en data muy escasa, por lo que contiene una gran incertidumbre en sus resultados y es de nuestra opinión que el modelo superestima los valores de emisiones para nuestra isla. Para determinar si estos resultados son reales, debemos realizar mediciones de nuestras emisiones de basura y la caracterizar los residuos de manera que podamos determinar la composición correcta de los mismos.

El estudio de Meijer no es la única publicación internacional que pinta a nuestra isla como posible fuente significativa de contaminación marina. Otro estudio realizado por los autores Lebreton y Andrady muestra cómo la isla contiene el mayor número de posibles fuentes de emisiones de residuos por área en el Caribe. Los autores además hacen una proyección del crecimiento de estas fuentes, posicionando al Caribe en el 3er. lugar en términos de potencial de generación de residuos para el 2060, como resultado a nuestra mala gestión de la basura. Solo los continentes de África y el sureste de Asia tienen mayor potencial.

Por otro lado, la data generada por en el estudio de Lebreton ha sido utilizada por X. Xu de la Universidad Estatal de la Florida, para estudiar el posible destino final de los residuos una vez entran al Mar Caribe. Su modelo muestra que la mayor acumulación de residuos ocurre en la costa oeste del Gran Caribe (Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Belice y Méjico) y en segundo lugar en las costas de Venezuela y nuestra isla (Haití-RD). El autor concluye que la basura que sale de nuestros ríos es varada rápidamente por las fuertes corrientes marinas y vientos Este a Oeste predominantes en la región.

Nuestra isla muestra tanta acumulación de residuos varados debido a nuestra alta cantidad de fuentes de emisión. El aprovechamiento de estos residuos sólidos en procesos como el reciclado y el compost, nos ayudaría a disminuir estas posibles fuentes. Es de prioridad nacional el cierre de los vertederos a cielo abierto, no solo por las emisiones a los cuerpos hídricos, sino también por los posibles efectos a la salud social de las comunidades cercanas.

El autor es Director de Investigación del INTEC