Cómo atraer las empresas de nearshoring
La formulación de las políticas económicas de un país es un proceso complejo. Tanto en el diseño como en la implementación hay que ser cuidadosos por el impacto que puedan tener en la población. Estas son cambiantes por diversas razones siendo una de ellas las variaciones que ocurren a nivel global. Hace dos décadas tuve la oportunidad primero como ministro de comercio y luego como embajador en Estados Unidos de estar involucrado en la formulación y aplicación de nuestra politica comercial. Esas y otras políticas nos han conducido a ser el país latinoamericano de más rápido crecimiento. No obstante, el mundo y las circunstancias han cambiado y nosotros en algunos aspectos tuvimos éxitos pero en otros fracasamos. Ha llegado la hora de cambiar y generar nuevas políticas. En este ensayo trato de definir un nuevo rumbo y sugerir acciones para ir dando forma a una nueva política comercial externa.
Comenzaré con el llamado Poder Blando. En diplomacia existe lo que se llama el “Poder Blando.” La teoría y acción de este concepto fue formulada por Joseph Nye. En términos sencillos lo que significa es la capacidad de persuasión que pueda tener una nación para influir en otras y lograr su objetivo.
Muchos de nosotros hemos utilizado en determinadas ocasiones varios de los elementos que componen la teoría y acción del poder blando. Pero lo hemos hecho en forma espontánea y aislada. A partir de ahora debemos hacerlo como parte de una política integral. Al ser un país pequeño y sin capacidad para ejercer el poder fuerte, nuestra opción es aprender a utilizar el poder blando para lograr nuestros propósitos sin tener las llamadas fuerzas de coerción, es decir el poder fuerte, que tienen y ejercen los países poderosos. Aun así a veces a un país pequeño se le puede presentar la posibilidad de utilizar una mezcla del poder fuerte con el blando. Eso fue lo que hicimos, poder del veto, en 2001 en la cumbre ministerial de la organización mundial del comercio (OMC), con la finalidad de poder mantener a las empresas de las zonas francas. Pero es a través de nuestra diplomacia y el poder blando que realmente podemos usar el poder de persuasión.
Es posible hacerlo ya que el país posee ciertas características como su estratégica localización que unida a la utilización de ciertas herramientas y a una adecuada narrativa harían viable utilizar el poder blando. Eso fue lo que utilizamos en 2003 para lograr convencer a Estados Unidos de hacer un tratado de libre comercio con nosotros.
Competitividad y Marca País. Logrando obtener una buena calificación en el índice global del poder blando y de la competitividad nos colocaría dentro de las 193 naciones, miembros de la Naciones Unidas, en el ranking de los países más atractivos para las inversiones directas a nivel mundial. Empero para alcanzar esos resultados debemos trabajar y mejorar ciertas áreas. Un ejemplo son nuestros actuales niveles de competitividad. Uno de ellos es el tema de la ineficiencia del sector eléctrico. Es por ello que el mejoramiento del índice de competitividad global es un tema prioritario para poder acreditarnos en una mejor posición en las llamadas marcas líderes tanto a nivel de país así como en las marcas a nivel empresarial.
Tenemos también que reconocer que nuestro crecimiento económico no ha sido inclusivo y ha estado basado en los sectores no transables. Los empleos que se han generado con ese crecimiento han sido mayormente informales y de muy baja productividad. Esos estudios demuestran que debemos aumentar vía cambios estructurales nuestra canasta de bienes exportables. Esto podemos hacerlo a través de estrategias e innovaciones que nos conduzcan a políticas cuya aplicación permita la obtención de una mejor clasificación en los sectores y productos en qué debemos sobresalir.
Acuerdos de Libre Comercio. Con una clara y definida política exterior a nivel comercial, basada en el poder blando pero habiendo alcanzado una buena posición en el índice global de competitividad y en las clasificaciones de marca país y empresarial, es que deberíamos embarcarnos en hacer nuevos acuerdos de libre comercio. Estos serán necesarios para constituirnos y consolidarnos como un atractivo de las inversiones directas. Tenemos ya un acuerdo con Estados Unidos-Centroamérica(RD-CAFTA) y otro con la Unión Europea y el Reino Unido. Pero debemos en un futuro cercano continuar haciendo otros acuerdos comerciales. Por ejemplo con Canadá y más luego con China. Pero en esas tareas, nuestras estrategias deben tener objetivos muy precisos. Lo primero es que para negociar tratados de libre comercio es necesario tener una visión de largo plazo que nos indique hacia dónde queremos ir.
También conocer qué quieren esos otros países de nosotros. No solo somos una pequeña isla enclavada en algún lugar del mundo. Nuestra realidad geográfica en el llamado gran caribe es una ventaja que debemos de aprovechar. Recordemos que nuestro vecino es Estados Unidos, la nación de mayor poder militar y económico a nivel mundial. Esa nación es a la vez nuestro principal socio político y económico. Sin embargo esta es una situación que denomino de doble filo, pues por un lado podemos obtener un mayor provecho en nuestras negociaciones con los otros países, pero también significa saber las limitaciones que eso impone y por tanto conocer qué podemos y debemos dar a cambio. Esto solo se logra si sabemos interactuar y negociar de igual a igual. De lo contrario los países que negocian con nosotros impondrán vía el poder fuerte, sus intereses y políticas proteccionistas. Las cuales son las que ocultan la baja competitividad de algunos sectores de sus economías. En consecuencia, para negociar bien nuestros acuerdos comerciales tenemos que conocer la mentalidad de los norteamericanos y de los otros países con los cuales negociaremos. En el caso de los norteamericanos tenemos que conocer muy bien sus valores, tradiciones y cultura anglo-protestante. Estas durante siglos, le han dado su identidad al pueblo norteamericano. En esa cultura, ellos respetan a quienes se hacen respetar. Pero es también lo que los hace reconocer cuando tienen de frente a un buen negociador que deben darle un tratamiento igualitario. Es de esa forma que se debe interactuar con ellos y así evitar caer en los brazos de sus luchas internas, y ser sujeto de sus presiones.
El Nearshoring: El impacto que tuvo la pandemia en el mundo y la interrupción de la cadena de suministro, unido a la situación política de China con E.U.A, ha dado lugar a que miles de empresas de alta tecnología estén ubicándose en lugares cercanos a sus orígenes. Es una estrategia de externalización bajo la cual las empresas transfieren parte de su producción a terceros que estén localizados cerca de la empresa matriz. Es un proceso que ya está en marcha y países como México y Costa Rica han avanzado, habiendo logrado captar hacia sus países, algunas de esas empresas. Tendremos que competir pero tenemos diversos factores que nos dan ciertas ventajas para convertirnos en un lugar ideal para esas empresas. Algunos de estos serían nuestra cercanía geográfica con Estados Unidos. Como ya tenemos con ellos un acuerdo de libre comercio y un bajo costo de la mano de obra, eso es una ventaja. En la parte negativa tenemos los bajos niveles de educación, de adiestramiento técnico y la necesidad de mejorar nuestro índice de logística. A la vez eliminar debilidades que nos afectan negativamente como la educación, la seguridad ciudadana y la confianza jurídica para las inversiones. Uno de estos es el caso de la propiedad de tierras. Recuerdo una ocasión que estando haciendo una presentación de los atractivos de nuestro país al jefe de uno de los más grandes fondos del mundo, este al ver las noticias y las ocupaciones de tierra que estaban ocurriendo en terrenos turísticos, me dijo: ¿Embajador, cómo cree usted que invirtamos más de tres mil millones de dólares en un país que no respeta la propiedad privada?
También tenemos que mejorar nuestro índice de criminalidad y seguridad. Estamos en un ranking peor que varios de nuestros competidores.
El Conjunto de Acciones. Es lo que daría forma final a lo que se convertiría en una política comercial externa. En casos como estos será crucial saber integrar todos los elementos que componen una estrategia de esta naturaleza. Esta incluye el poder blando, la competitividad global, la logística, la marca país y las empresariales. Con ellas y los acuerdos de libre comercio podremos dar forma a una estrategia del nearshoring. Es obvio que eso debe ser unido a un mejoramiento en educación, entrenamiento técnico laboral y seguridad ciudadana. Esos factores adicionados a nuestra privilegiada localización en el Caribe, podrían ser los pilares fundamentales para una efectiva política comercial externa exitosa. Eso nos permitirá colocarnos como país líder dentro del escenario mundial y atraer las empresas de una elevada tecnología.
Es pues necesario unir los diversos componentes que he mencionado para que estos al estar integrados armónicamente puedan dar lugar a la creación de una nueva política comercial externa. Solo tendremos éxito si logramos establecer políticas efectivas que permitan alcanzar el objetivo de atraer las empresas nearshoring. Esto tendrá mayores posibilidades, si logramos dar forma a un proyecto-nación cuyas políticas busquen convertir a nuestro país en un gran centro de manufactura de tecnología avanzada.