PUNTO DE MIRA

Reforma da reelección por todos lados

Durante semanas vemos cómo los medios se llenan con las exposiciones de expertos que debaten sobre reformas de las que nada saben. Es como un juego de adivinanzas que ejercemos cuando no tenemos oficios.

Todo inicia con la declaración del presidente Luis Abinader que no buscaría otro periodo de gobierno algo que no tenía de decir porque la Constitución lo veda, pero lo dijo y luego expresó que las reformas serian su legado como presidente y a partir de allí brotaron las especulaciones sobre el alcance de las mismas centrándose éstas en dos temas: la reforma constitucional y la impositiva.

Son dos temas muy espinosos que tocan la piel de la oposición y que reclaman la aprobación congresual. Embarcarse en los detalles de cada reforma seria caer en más de lo mismo y continuaríamos con el juego de qué fue primero si la gallina o el huevo.

Podríamos preguntarnos si son necesarias las reformas, el móvil de las mismas o buscar la razón oculta. Lo primero, para llegar a una opinión sostenible, es buscar la esencia del fenómeno. El proceso para manejar los intríngulis reclama descomponer el caso, limpiarlo de la basura y unir las partes.

De las reformas propuestas hay que dar primacía a la “más política” que es la constitucional porque es viejo sueño de los perredeístas, ahora perremeístas, cambiar el método de elección presidencial de ganar la presidencia con 50 por ciento más uno de los votos.

Sin querer, el tema se le salió del bolsillo a inicios de la actual gestión y levantó una polvareda que los llevó a la genial estrategia de adquirir un congreso sumiso al precio que fuera y de pasada colar algún mecanismo que permitiera retener el poder en manos de Abinader.

La reforma constitucional es para quedarse en el poder. Ese es el objetivo real.

Abinader no trabaja para otros. Ese anunció de que se va para su casa seria innecesario si fuera cierto, que no lo es. En realidad, eso fue el inicio de acciones de distracción y para evitar ruido en el escenario atrapó en su puño a quienes se creen presidenciales, les puso mordaza a las aspiraciones congelando las tendencias internas.

Abinader sabe que la creación de tendencias presidenciales es cultura en sus compañeros que establecen así una vía para la renovación de liderazgos, esas estructuras han sido criticadas y perseguidas porque generan confrontaciones que han llevado hasta divisiones en el viejo partido.

Permanecer en el poder es vital para el actual mandatario y hará todo cuanto pueda para lograrlo. El ya inicio su trabajo a esos fines y también desplegó su seducción adquiriendo agentes de la oposición, incluso se dice que cuenta con ex candidatos presidenciales. Veremos también si los decretos presidenciales serán la criba de aspirantes rebeldes de los sumisos hacia lo interno del PRM

El cuatrienio en ejercicio casi termina y deja ver piedras en el camino. Tendremos los préstamos para calzar la Ley de Gastos públicos correspondientes al ejercicio 2024-25 y este ruido será música en tiempo real a la modificación impositiva.

La oposición tiene poca presencia en el Congreso y ya se vio el tamaño de la mordaza que tiene el gobierno lo que lleva a predecir mayor agitación en las calles y la ampliación de medios alternativos para competir contra la aceitada maquinaria propagandística oficial.

El nuevo periodo presidencial viene bonito.