¿Qué es el matrimonio?

En el artículo anterior concluía que con el preámbulo, buscaba fijar posición sobre lo que algunos grupos buscan con denodado interés de que se legalice como si fuese equivalente al matrimonio la unión de personas del mismo sexo.

Antes, declaro, que soy cristiano católico con todo lo que eso implica, viviendo un matrimonio auténticamente cristiano, asumiendo una oración verdaderamente personal y, preocupándome con auténtico amor por los semejantes. El artículo 55 de nuestra Constitución establece que la familia es el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas, y se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla, correspondiendo al Estado promover y proteger su organización sobre la base de la institución del matrimonio entre un hombre y una mujer.

Es entonces, la familia, la célula básica y el soporte vital de nuestra sociedad, cuya palabra viene del latín matrimonium, que en su esencia quiere decir: oficio de madre, que se fundamenta en la posesión de la matriz o útero como un órgano reproductor con el que la mujer procrea. Fernando Cavanillas de Blas sugiere con todo respeto, que se le llame a “Gaymonio” a la nueva situación legal de las parejas masculinas, y en el caso de dos mujeres con matrices, pero que no logran realizar su condición de posibles madres, al no poder fertilizar sus matrices entre si se podría llamar “Lesbimonio”.