Pensando
La política de las reformas fiscales
En la toma de decisiones para la mal llamada gobernabilidad los desaciertos tienen un destino lastimoso, las reformas fiscales. Más de 15 leyes de incentivos industriales provocan que los principales negocios de nuestro país no paguen impuestos. Todo esto base del otorgamiento por parte de los políticos a cambio de favores pecuniarios, ejemplos elocuentes: las mineras, las energías eléctricas de todo tipo, zonas francas, industrias instaladas en la línea fronteriza, el cacareado turismo, la prensa no se puede quedar con radio y tv, y otras lindezas que cada día pesan más en los hombros de los contribuyentes. Estos favores políticos son culpables de la desigualdad social y económica de nuestro país. No se pueden dejar de lado los famosos subsidios a partidos políticos: el encantador barrilito de los innumerables legisladores en un diminuto país, los combustibles y los pedigüeños sociales a nombre de la compasiva solidaridad que hace más vagos y dependientes al dominicano sin preparación. Estos desaciertos de nuestros políticos provocarán tantas reformas fiscales como sean necesarias, para mantener las comidas de las boas, dragones y oportunistas dominicanos. Qué pena que la solución esté una vez más en la carga tributaria, qué pena que la reacción ciudadana no de los resultados esperados en una manifestación democrática del libre albedrio, para disentir de lo que por años ha lastimado profundamente nuestra calidad de vida. Tengamos fe, el ciclo alcanzará su fin y con él, iniciaremos una transformación que dé respuesta a nuestras impostergables y verdaderas necesidades.