Los demonios del pasado
El Listín Diario publicó en su página principal el pasado jueves 13 de junio una noticia impactante.
El titular decía “Más de 18 mil millones de pesos desperdiciados, invertidos en la majestuosa Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar y allí apenas se ofrecen hasta el momento servicios de consulta externa. El reporte afirmaba que mientras eso ocurre, parte de su edificación empiezan a mostrar filtraciones y vicios de construcción y de los multimillonarios equipos instalados allí, unos se han dañado, algunos fueron robados y todos perdieron su garantía de mantenimiento sin nunca haberse usado”
Todo es cierto, pero de forma oportuna el MIVED aclaró en que consiste el problema con este gigantesco proyecto iniciado por la desaparecida OISOE, cuyo contrato, cargado de irregularidades, se firmó en el 2013 por 6.9 millones y terminará costando tres veces más.
El Gobierno recibió la obra inconclusa en el 2020 cuando se habían invertido más de 12 mil millones y se trató de negociar con la empresa contratista para que cumpliera sus obligaciones de terminar la obra, habiendo recibido más dinero (663 millones) de los que habían invertido. Pero la empresa nunca cumplió y se procedió a la acción legal para anular el contrato vigente.
El artículo del Listín habla solo de un caso. Pero hay algo que es bueno decir como complemento. Y es que más de 30 proyectos hospitalarios y 600 escuelas sin terminar (donde también hubo mucha corrupción en la compra de los terrenos), fueron recibidas por el gobierno en el 2020 con los mismos problemas que se han descrito sobre la Ciudad Sanitaria. ¿Y quién pagará lo que se han robado?
La Cámara de Cuenta realizó una auditoría en el 2021 en la OISOE y detectó que miles de millones de pesos invertidos en equipos hospitalarios estaban sobrevalorados, no cumplían las especificaciones acordadas y muchos llegaron defectuosos. De la mala calidad y sobrecostos de las obras, ni hablar.
Para romper el nudo que existía con estos proyectos heredados de la OISOE el gobierno envió un proyecto de ley aprobado por el congreso (Ley 118-21), que contenía disposiciones que permitían renegociar esos contratos para romper el nudo existente y terminar esas obras. Gracias a esa ley, 19 hospitales han sido terminados por el MIVED, con sus equipos funcionando. Otros podrían terminarse este año, incluyendo la Ciudad Sanitaria.
Un libro de 200 páginas sería insuficiente para describir los desastres y robos que se cometieron en la OISOE en los pasados 16 años.