No cometamos los mismos errores
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Con las estadísticas recopiladas de los organismos internacionales que como Cepal, el BID y el BM confeccionan las mismas con la obtención de los datos de cada nación, demostraremos que no se justifica imponer nuevas cargas que crean una retranca a la continua dinámica del crecimiento económico de nuestro país, sino medidas públicas que estén dirigidas a incentivar la agroindustria y los nuevos sectores tecnológicos y de la Inteligencia Artificial, que impulsen y eleven nuestras exportaciones, productividad y el empleo formal.
La República Dominicana en el año 2022 tenía un producto interno bruto por habitante ( percapita) en dólares superior al de Brasil, Paraguay, Peru, Ecuador, Colombia, todos los centroamericanos con excepción de Panamá y Costa Rica y similar al de Mexico y casi alcanzando a Argentina. Esto se ha logrado con las reformas estructurales aplicadas en el año 1991. A partir de esas reformas, hasta el año 2000, en una década, elevamos el percapita de US$750 dólares, ligeramente superior al de Haití, a US$ 2200, o sea en 3 veces y a US$ 10111, en el 2022, 13 veces en tres decadas. En el 1980 no existíamos entre las mayores economías latinoamericanas. En el 2002 éramos la novena economía, y hoy somos la séptima, habiendo superado a Venezuela y Ecuador. Siendo la mayor de las de la región de Centroamérica y el Caribe y donde su capital Santo Domingo, hoy se ha convertido en la vibrante gran metrópolis de esa región, por la cantidad de inversiones que recibimos de sus paises, y el aumento en la llegada de visitantes y empresarios y con un cada vez mayor flujo comercial por nuestra localización y el compromiso de política de estado asumido de convertirnos en el Hub Logístico de esta region.
Este rápido crecimiento de las riquezas, ha permitido que se produzca una rápida caída del porcentaje de la población debajo de la línea de pobreza, del 50% a que llegamos en el 2004 por efecto de la crisis bancaria (en solo dos anós desde el 2002 subio en 18 puntos porcentuales) reduciéndose al 23% en el 2023 . O sea que en 20 años, disminuimos la pobreza en 27 puntos porcentuales del PIB, en 54%. De una muestra de la CEPAL de 17 países de America Latina y del Caribe en el 2022, éramos la tercera economía con menores niveles de pobreza y pobreza extrema extrema sólo siendo superados por Chile y Uruguay. Según la publicación reciente del MEPYD la pobreza extrema había disminuido a solo un 3,2% de la población total en el 2023.
En cuanto al coeficiente Gini que mide el nivel de equidad en cuanto a la distribución del ingreso, mientras menor sea el coeficiente de 1, menor es la desigualdad. Segun una publicación de Statista de una muestra de 18 paises en el 2022 la República Dominicana mostraba un coeficiente de 0.385, el menor de todos.
En cuanto a la deuda publica (dp) según dicha publicación y CEPAL, en el 2022 la mayor porcentaje en relación al PIB lo exhibía Barbados con 123% y una presion tributaria (pt) del 31% ; Jamaica dp del 85% y pt del 29% ; Brasil dp 73% y pt del 33%, con niveles de pobreza del 32% y extrema del 6%; Argentina dp del 85% y pt del 30% y sus niveles de pobreza alcanzan el 55% de la población y la extrema el 18%; Costa Rica dp del 64% y pt del 25,5% y niveles de pobreza del 25.5%; Honduras dp del 52% y pt del 21%, con niveles de pobreza del 48%; el promedio de la dp de America Latina y el Caribe fue del 70% con una pt promedio del 21.5%. En cuanto a los de menores pt, Guatemala con 29% de dp y una pt del 14.4% ; Paraguay con dp del 32.5% y pt de 14.7% ; Panamá dp del 62% y pt del 13.1 % y 21.5% de pobreza ; Mexico dp del 41% y pt del 17%, y 36% de pobreza; y la República Dominicana con dp del 46% y pt del 14%, y niveles de pobreza del 23% y extrema del 3.2%.
En cuanto a la pt hay que especificar, que en muchos países se incluyen dentro de su cálculo los ingresos de la seguridad social, incluyendo los de pensiones, lo cual nosotros no incluimos, por eso reflejamos una menor pt. Por ejemplo en Mexico el 13.7% de los ingresos incluidos para medir la pt son por la seguridad social. (En Mexico los niveles de evasión son elevados con una tasa de impuesto sobre la renta del 35% sólo captan el 7 % del PIB. Ósea que tener elevados impuestos promueve más la evasión). En Brasil la cotización a la seguridad social representa el 24% de sus ingresos, ósea el 8% del PIB de ingresos totales del 33% del PIB. (Tiene impuestos de renta sobre las sociedades del 15% y 25% y obtienen un 4.4% del PIB, cuando aquí con tasas superiores y representando la totalidad recaudada incluyendo personas, recaudamos igual porcentaje lo que demuestra los altos niveles de evasión de ese tributo en nuestro país.
Como se puede apreciar, tener una elevada presión tributaria, no excluye el no tener niveles elevados de endeudamiento y de pobreza, como se demuestra en las estadísticas mostradas. Al contrario son países que además exhiben bajos niveles de crecimiento, por el negativo efecto que tienen los elevados tributos sobre la inversión y el consumo privado.
Lo contrario ha acontecido en nuestro país, que con niveles de presión tributaria adecuadas, como las que hemos exhibido todos estos años, nuestra dinámica de crecimiento ha sido superior a todas las de los demás países, pudiendo escalar posiciones privilegiadas entre los de mayores economías, con tasas de pobreza en rápida disminución, siendo de las menores, con el mas reducido nivel del coeficiente gini, y con niveles de endeudamiento en porcentajes mucho menores que aquellos que exhiben las más elevadas presiones tributarias.
Se puede decir que el comportamiento de la economía dominicana en los últimos 30 años es un modelo a seguir para todos los países de la región.
Sin embargo no niego el hecho de que si hay una reforma fiscal, esta esté dirigida a mantener la dinámica de nuestra economía, con el fin de seguir reduciendo la pobreza y mejorando los niveles de equidad, con el impulso de aquellos sectores que contribuirían a mejorar nuestros niveles de productividad. De esta forma no se afectaria el estímulo a la inversión y al consumo.
Un elemento importante a resolver es la elevación de la eficiencia administrativa en la captación de impuestos, donde se pierden más del 50% de lo que debe de ingresar por impuestos sobre la renta y del Itebi. Incorporar a los sectores informales reduciendo los elevados costos en gravámenes que afectan su formalización.
Se debería de buscar también eliminar gravámenes de poca producción y elevados costos para su administración. Y eliminando o reduciendo gradualmente aquellos gastos tributarios que ya no se justifican sin afectar a los sectores dinámicos.
En cuanto a los gastos fiscales, aconsejaría que fuese lo primero que aplicara el gobierno antes de introducir la reforma al congreso, pues de esa forma demostraria sus buenas intenciones, y su compromiso asumido con mejorar la eficiencia administrativa y eliminar gastos corrientes que ante la población son irritantes. Por ahí es mucho por donde hay que cortar. Otorgar transferencias de recursos fiscales en donaciones a 1.6 millones de familia es una exageración pues multiplicado por el número de miembros de la familia, estamos hablando de la mitad de la población dominicana y dos veces superior al nivel de pobreza del 23%. O sea que estamos incentivando la vagancia y botando la mitad de lo que se destina a la Tarjeta Supérate. Asi como el otorgamiento de bonos de navidad hasta mayo es otro despilfarro de recursos públicos. Hay también muchas entidades que sobran, incluyendo los ministerios de la mujer y de la juventud entre otros, que no tienen razón de ser.
El personal al servicio público ha aumentado como la espuma en los últimos años. Como la espuma porque cada vez los servicios están peores en la recogida de basura, en la educación, en la electricidad, en el agua, en barrilitos donde se gastan miles de millones de pesos en sueldos, botándose en un barril sin fondo como es el caso de las distribuidoras de electricidad, con un déficit de $1,600 millones de dólares, que representan la mitad del déficit del gobierno y del endeudamiento público. El CEPM, que es la generadora y distribuidora privada del área de Bavaro y Punta Cana, tiene beneficios anuales que les permiten financiar sus planes de expansion de inversiónes, y tienen enormes barrios marginados como FRIUSA, donde hay luz porque todo el mundo tiene tarjetas de prepago para pagar su luz sin protestar. Pero esa empresa no se opera con medidas populistas ni se mantienen vagos en su planta de personal. Si se elimina el déficit de las EDEES, se resuelve una gran parte del déficit, y no se tendrian que aumentar tasas, para extraerle recursos productivos al sector privado, y dirigirlos a la improductividad de un barril sin fondo que ha perdurado por sesenta años en manos del sector público, alimentando en una proporción elevada la deuda externa del país.