La libertad de prensa y expresión con una perspectiva económica

La libertad ha sido siempre la chispa del desarrollo integral del ser humano. El filósofo griego Epicteto llegó a sugerir que “Las cosas que dependen de nosotros son por naturaleza libres.” Y siglos después, Adam Smith, en Lecturas de Jurisprudencia, comentaba la importancia de la persuasión, y la práctica de la oratoria, como parte del modelo de libertad de expresión y por ende, de libertad de mercado. Con estas referencias tenemos el preludio de este texto, fruto de un breve análisis tanto econométrico como exegético, para reconocer la importancia que tiene la libertad (especificada aquí a través de la libertad de prensa y de opinión) y su relación con el desarrollo económico dominicano.

Es observable que algunos grupos minoritarios, pero con capacidad de hacer ruido, en medio de la barahúnda de opiniones, deciden juzgar, soslayar, coartar y atacar el pleno derecho de todo ser humano de la libertad de expresión. De más recordar aquellos doctores que, en pandemia, recomendaban otras medidas para prevenir o curar el COVID, fueron censurados, tanto por redes sociales, comunidades médicas, y hasta por gobiernos, por ser sus ideas distintas a lo consensuado como la verdad. Muy parecido al control que ejercieron a Galileo, dejándolo con la frase “pero se mueve.” Hace unos días, de hecho, un grupo de personas, bajo la excusa del nacionalismo, emitió conclusiones sobre la “parcialidad de un periódico de circulación nacional, en asuntos nacionales.” Cosa que, además de falsa, atenta con el libre derecho de la libertad de expresión. Steve Forbes, editor de la Revista Forbes, nos aporta señalando que las sociedades que limitan la libertad de expresión limitan la libertad de creación de ideas, y con ello, la innovación para lograr un desarrollo económico sostenible.

¿Pero, guarda relación la libertad de expresión con el desarrollo económico? ¿O la misma debe ser dejada solo a los abogados, políticos y expertos en derecho constitucional? Por igual ¿tendríamos acceso a confirmar que nuestra libertad de prensa es positiva para incentivar el ambiente de negocios de la República Dominicana?

Para contestar estas preguntas hemos escogido los Indicadores de Libertad de Prensa (Freedom House), el Ranking Reporteros Sin Fronteras, y el PIB per cápita del país. Freedom House mide el entorno económico, el entorno político (censura o acoso) y el entorno legal (leyes de difamación, privacidad o seguridad) y nos coloca en la posición 33 (2023). Por otro lado, Reporteros Sin Fronteras (RSF) mide la libertad de prensa, el pluralismo, la seguridad de los periodistas, la calidad de la infraestructura de los medios de comunicación, la autocensura y las regulaciones que permiten o impiden la libertad de prensa. En este hemos mejorado 37 posiciones en los últimos 10 años (2013-2023).

Cuando estudiamos el Índice Freedom House y el PIB, observamos una relación significativa con un R cuadrado de 0.6. Sin embargo, el análisis VAR no nos permite concluir que una mejora en el índice Freedom House impulsa positivamente el PIB. En el análisis econométrico sí podemos concluir que hay una relación inversa y significativa entre el Ranking RSF y el PIB per cápita, sugiriendo que una mejora en la libertad de prensa puede incidir positivamente en el crecimiento del PIB. De igual manera, con la prueba de causalidad de Granger concluimos la causalidad entre las variables estudiadas (RSF, PIB), con una evidente relación inversa significativa.

Apoyando estas conclusiones, investigaciones realizadas en Nueva Zelanda y en Estados Unidos, concluyen que la libertad de expresión se relaciona con el desarrollo económico; que precisamente son las personas con menos recursos a nivel individual, las que aprovechan más la libertad de prensa /opinión, llevando a cabo nuevas ideas, nuevas empresas. De igual manera, validando los resultados de nuestro análisis, un estudio de la Red de Investigación de Periodistas encontró que aquellos países que mostraron un descenso en los rankings de libertad de prensa y expresión, de igual manera tuvieron un descenso porcentual en el crecimiento de sus respectivos PIB.

El autor es Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de UNAPEC.

Ciertamente, como en artículos anteriores, reconocemos que los métodos que utilizamos sirven para describir lo que observamos, sin embargo, no en todos los casos será aplicable nuestra conclusión (por ejemplo, en China, donde la libertad de expresión es restringida, pero el desarrollo económico es positivo). Valorar la libertad de expresión, reflejada en la libertad de prensa, permite a nuestro pueblo dominicano obtener mejores y mayores informaciones que, a su vez, inciden en el desarrollo creativo y el proceso de innovación. Como dijo la escritora Evelyn B. Hall, “podremos no estar de acuerdo con el análisis o estas conclusiones…”, “pero lucharemos hasta la muerte por defender la libertad de prensa y de opinión de todos”, y con ello, la libertad de formar empresa. Porque con la libertad de expresión, y la libertad de prensa, es que se crean empresas libres que satisfacen las demandas del mercado. ¡Que viva la libertad!

El autor es Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de UNAPEC.