Lo que recuerdo de esa poblada
Estábamos en plena semana santa en el año 1984, era presidente de la república Salvador Jorge Blanco, el jacho prendido y el PRD gobernaba. Y luego de haber tenido un desempeño de dos años de continuos desaciertos en materia económica, y grandes manifestaciones de corrupción, quiebras de bancos y financieras y haber llevado al país a una gran crisis económica, vino la presión de siempre del principal chacal de la historia dominicana reciente, el ajuste fiscal exigido por el Fondo Monetario Internacional.
Y ese simple hecho detonó y encendió la mecha del polvorín que mantienen tranquilos los gobiernos de turno con las migajas populistas de siempre. Pero en esta ocasión, la válvula de escape no resistió, y el país se encendió por las cuatro esquinas, repudiando el desgobierno de Salvador Jorge Blanco y el Partido Revolucionario Dominicano.
El fracaso fue tan contundente, que fue suficiente un segundo mandato del PRD de Peña Gómez, para que salieran del escenario político y luego hasta un único gobierno de Hipólito Mejía y una nueva salida del escenario casi por 20 años más del Jacho Prendido, hasta que el hartazgo le dió la oportunidad al actual y presidente de la república Luis Abinader ya reelecto sabrá Dios por cuantos periodos más. Recuerdo aquella tarde, ya casi concluía la semana santa, cuando mi primo Tito otrora agente de narcóticos, me invito a la playa con unas amigas. Me sume como joven al evento y nos fuimos a boca chica.
Cuando regresábamos hacia santo domingo, algo no parecía estar bien. Veníamos entrando por la zona de los Trinitarios, dejamos a las amigas, ya el reloj marcaba cercano a las 6:45 PM y comenzaba a oscurecer.
Pero lo que más llamó nuestra atención es que las calles de esa avenida principal, estaba mostrando neumáticos encendidos en pleno fuego en distintos lados y en el centro de la calle. Bordear todos estos obstáculos fue la tarea de Tito para poder dejarme en mi casa y regresar a la suya. Todo el camino nos encontramos con este tipo de manifestaciones. Pero era solo el comienzo de lo que en realidad comenzaba a ocurrir en toda la geografía nacional. La poblada del 1984.
Al llegar a la casa, nos encontramos con una situación realmente preocupante. Nos comunicábamos con amigos y familiares, para saber si se trataban de hechos aislados, pero las noticias corrieron como pólvora en todo el país, había un solo encendido de neumáticos y rotura de cristales de vehículos, asaltos a establecimientos comerciales y el gobierno de Salvador Jorge Blanco lanzó la guardia a la calle y desfilaron hasta tanquetas y tanques de guerra en esa oportunidad.
Varios días seguidos de manifestaciones populares violentas, los principales barrios populares de la Capital, Santiago, San Francisco de Macorís, Higuey, el Seybo, Romana, Bonao, y las demás provincias del país, cerraron sus actividades y se hacía cada vez mas diseminada y profunda la crisis política, económica y social que vivía el país. La prensa recogía en las primeras planas sucesos de violencia tremendos, los muertos en esa poblada aún no se conocen, pero como siempre la racionalización de las noticias se sumaba, para volver a la paz, siempre ha sido una herramienta usada. Pero la rabia colectiva no se calmó por más de tres días consecutivos de violencia en las calles del país.
Tirar la guardia a la calle es un hecho muy criticado hacia el gobierno de esa época y también señaló al mismo líder del partido de gobierno José Francisco Peña Gómez, ya que se le asocia con esta decisión en ese momento. Evidentemente el impacto de la guardia se sintió y mucho más muertos se proyectaron en esa poblada.
Un evento que quedó sembrado en mi memoria, fue la existencia en mi casa de un radio que tenia características muy peculiares. Ese radio tenia con seguridad posibilidades de acceso a la onda corta, once metro o como le quiera usted llamar. Pero confieso que para nosotros fue una sorpresa descubrir ante el ocio, la capacidad de entrar a frecuencias desconocidas, pero que nos informaron de eventos súper importantes e históricos.
No teníamos idea de que se trataba, pero comenzamos a cambiar el dial de la frecuencia de onda corta de ese radio y llegamos a un punto donde se comenzaban a escuchar emisoras de radio de otros países y en otros idiomas. Continuábamos manipulando el dial y de repente escuchábamos un sonido extraño y no eran extraterrestres, ese sonido parecía una bocina que escuchaba y luego callaba, como si se tratara de un tono de llamada y salía y entraba el sonido, hasta que al detenerme un momento comencé a escuchar una voz, con indicaciones especificas. No sabía donde había entrado y continué buscando en el dial, y de nuevo otro tono en otra frecuencia y al detenerse el tono, se escuchaban nuevos avisos.
Pude detectar tres puntos fundamentales. Un primer punto, donde la frecuencia había conectado con un helicóptero, quien se comunicaba a la base e informaba de rutas o el camino que se transitaba. En un segundo tono se trataba de informaciones que se emitían desde algún barco supongo que en las costas nuestras.
Pero en un tercer tono que fue en la frecuencia donde me quede prácticamente tres días de la poblada, era la frecuencia de la Policía Nacional.
De alguna manera, este radio milagroso, sustituyó el ocio que teníamos, al no poder salir a la calle durante estos tres días de disturbios por la poblada, y comencé a escuchar informaciones e instrucciones importantes, que luego pasé a comprender.
Comencé a armar un cuadro de distribución de frecuencias donde iba anotando el acontecer que las patrullas del país, reportaban a la central de la policía nacional por su frecuencia de onda corta, Walkie Talkie.
Y las claves suministradas casi siempre eran las mismas. Tenemos una persona en clave 6, tres en clave 8. Tenemos 4 persona en clave 31 ¿qué hacemos?. Y fui identificando el significado entre persona herida, persona muerta o persona detenida.
Hemos detenido 5 camiones que dicen ser propiedad de la empresa ABC, ¿qué hacemos?, ¡sino tiene armas déjelos ir!.
Y esa distribución de frecuencias fue creciendo. Particularmente conté más de 500 muertos y mucho más que el triple de heridos en esos tres días de convulsión social. Evidentemente en aquel momento lo veía como un juego, era un estudiante universitario que había tenido alguna cercanía a las herramientas estadísticas. Así que era toda una aventura, desde mi trinchera familiar, el comprender lo que estaba pasando en el país, la peligrosidad que envolvía, y como la información que se compartía en la prensa estaba siendo racionalizada. Hoy comprendo algunos porque de esas manipulaciones comunicacionales.
Pero viviendo en el contexto actual, cuando me refiero a la peligrosidad de una poblada, es porque correlaciono los eventos que hoy se mueven y lo que ocurrió en aquella oportunidad por un simple ajuste fiscal, que llevó a un acuerdo stand bye con el fondo monetario internacional y me voy a esos momentos vividos y que nadie me contó. La situación política del país ha cambiado mucho. La sociedad dominicana no cuenta con líderes del impacto de Peña Gómez, Balaguer, Bosch. El líder fundamental de las actuales generaciones no es de carne y hueso, aunque tiene una proximidad indiscutible con mercurio y el rey baco. Tampoco contamos con los famosos notables que iban a los medios a llorar como mujeres lo que nunca defendieron como hombres, para intentar volver a la normalidad.
La falta de liderazgo y de discurso político veraz, plausible es más que evidente. Terminando un proceso electoral con una victoria eminentemente pírrica sin celebraciones, ya que entre la abstención y los votos en contra, dejan en manos del presidente reelecto un gobierno con tan solo un 30% de la voluntad popular a su favor.
Esto a pesar de contarse con un 95% de los senadores y un 78% de los diputados. De contar con el poder absoluto para promulgar o derogar cualquier ley, modificar la constitución, imponer una consejo nacional de la magistratura, y la composición de todos los órganones constitucionales. A pesar de esta realidad, que será definitivamente aprovechable, pues como se ha adoctrinado al pueblo, el poder se hizo para usarlo. A pesar de esto, ese porcentaje que no votɤ, más el que no voto a favor de la reelección, son la inmensa mayoría de dominicanos y podrían ser la masa crítica que impongan su criterio, en un terreno muy distinto al orden constitucional vigente.
Queremos blindarlo todo, sin dar la oportunidad al soberano pueblo dominicano a que decida su suerte. Parece que estamos convencidos que tenemos el derecho de convertir en esclavos, o seres humanos cautivos a un pueblo indomable como lo es el pueblo dominicano.
Lo político basados en una partidocracia traidora de la conciencia nacional viene de fracaso en fracaso. Si no hacemos un alto y permitimos una real participación popular en la definición de una dirección y ruta adecuada del desarrollo nacional, no serán sostenibles las iniciativas que se pretendan.
Blindar la constitución, blindar el desarrollo, blindar, blindar, blindar, es un derecho que solo le compete al pueblo dominicano, burlar esta realidad, no sería otra cosa que un despropósito, que no será sostenible y por ende tendrá la tendencia de fracasar a mediano plazo.