“Mamá”, fue la primera palabra que muchos aprendimos, como si con este gesto quisiéramos significar, desde el inicio de la vida, el gran valor que tienen ellas para nosotros.

Este domingo, en la República Dominicana, celebramos el Día de las Madres. Es una ocasión para honrar a esas mujeres valientes que, con su sacrificio y ternura, han tejido los hilos de nuestra existencia. También hay madres espirituales que, sin lazos de sangre, han dado su ser, su tiempo y su corazón a otros que no son sus hijos de carne, pero sí lo son de alma.

En este día, queremos decir con toda verdad: ¡Felicidades, mamá!, a las que están presentes y a las que ya no están físicamente Tu amor es el cimiento de nuestra sociedad, y tu entrega es un faro de luz en tiempos oscuros.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo los queremos.