Profundizar el cambio

El soberano concedió, como vaticinamos hace 1.35 años, la reelección al Presidente Abinader en las concluidas elecciones del 19 de mayo.

Con 2,505,509 votos, representativos del 57.45% de los válidos emitidos por el 30.76% de sufragantes hábiles, el candidato del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) y aliados concretaron las estimaciones que desde mediados de abril 2024 presentaron las más acreditadas encuestadoras. Mark Penn/Stagwell, a cargo del ex gobernador del Banco Central Bernardo Vega, ofreció los pronósticos más coincidentes con los resultados reportados por la Junta Central Electoral (JCE) para el Presidente: 57%; Greenberg/Quinlan/Rosner fue la más aproximada (29%) al 28.85% obtenido por el doctor Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo (FP), entretanto la Gallup-RD de Rafael Acevedo atinó con mayor precisión (11%) en lo alcanzado (10.39%) por Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Con un resultado que casi duplica (+99.13%) el 28.85% de la FP, el PRM tiene motivos de orgullo por haber presentado un candidato/presidente capaz de concitar tales niveles de aprobación, simpatía y preferencia en la intención y realidad del voto, expresadas en los pasados comicios, después de coyunturas tan dramáticas y adversas.

En tal triunfo se mezclan la cultura política nacional de conceder la reelección a los mandatarios y los frutos de las renovadoras y auspiciosas corrientes de una acción política que califica a los gobernantes por la calidad verificable en su gestión porque la gente, híper comunicada, ya “no coge corte”.

El Presidente, entonces, cosecha los frutos de lo considerado por la ciudadanía como un manejo íntegro y eficiente del Poder Ejecutivo: por enfocarse en apuntalar la estabilidad macro económica en medio de las contagiadas afectaciones pandémicas y demás disrupciones ocurridas. Durante 2020-2024 Abinader logró crecimiento con inclusión, mediante políticas públicas diádicas: a) orientadas al desarrollo, fortaleciendo y apoyando la sostenibilidad de empresas y el empleo; b) otra manifiesta en la ampliación del gasto social focalizado hacia los de menos ingresos.

Junto a la supervigilancia de la Ética pública, reforzó la transparencia de la gestión de fondos, robusteciendo la independencia del Ministerio Público. Desde agosto 2020, el Presidente Abinader ha estado desbrozando el camino hacia un país más institucionalizado y solidario: ampliando el ancho del sendero que desde hoy quienes lo votaron están en el deber de preservar y ampliar, manteniéndose activos y vigilantes.

Políticamente, la ciudadanía emitió su mandato: profundizar El Cambio, quedando responsabilizada de continuar participando, para robustecer la gobernanza; y el funcionariado, a incrementar la gobernabilidad. Con el posicionamiento logrado, el PRM adquiere el monopolio de los poderes del Estado: virtud y riesgo a observar por sus dirigentes y autoridades. Más cuando los votos de la FP quedaron apenas -5.15% del 34% que, como promedio histórico, catapulta a las organizaciones políticas hacia el Palacio, incluso antes de que, desde el Poder, el expresidente Medina y su grupo “recordaran” que en el 1994 el doctor Fernández deseó abandonar el PLD.

Para prevalecer hasta y más allá del 2028, el PRM deberá mantenerse unido y sus responsables y gobernantes, observar verticalmente las visiones y “líneas” del Presidente Abinader, pues los PLDistas regresarán hacia el doctor Fernández.