El ingenio del político dominicano

El político dominicano es el único ser sobre la tierra con la capacidad de crear, inventar, y hasta encontrar la Piedra filosofal, el filón de oro y la fuente de la eterna juventud.

A pocas horas de celebrarse las Elecciones Generales Ordinarias Presidenciales, Senatoriales y de Diputaciones 2024, es oportuno conocer de estas habilidades tan superbas de los astutos políticos en su ámbito y en el espacio en que desarrollan sus actividades.

En primer lugar, la piedra filosofal, que para los políticos no es una ilusión novelera, tampoco algo inaccesible, fuera del alcance de los incautos votantes, y es de fabricación sencilla, como buenos alquimistas crean ilusiones de la nada en los campos del saber y las capacidades, sujetas al engaño que los identifica y que tiene un origen misterioso.

En segundo lugar, el filón de oro, que tiene dos lecturas: valerse de la ignorancia para asegurarse una buena dote de por vida, y el deseo deliberado de tergiversar y confundir a los seguidores para continuar vigentes.

Finalmente, la fuente de la eterna juventud, que se encuentra en el Jardín de las delicias, con la perfecta política light, en la que se descubre una muestra de las propiedades rejuvenecedoras de la actividad partidista como si fuera el agua de una fuente-piscina, a la que llegan como personas inhábiles para caminar de forma autónoma, y luego prevalece la presencia de cuerpos sanos y juveniles durante años, cuando se acaba esta magia, dejan a sus retoños que continúan el legado con una mayor profusión a lo inverosímil.

Dar vigencia a los políticos para aumentar y consolidar su impronta sin valor moral es un mal negocio.