Cita literaria
Bibliofilia, bibliomanía y bibliopatía: Enfermedades de los lectores
En un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la constante presencia de dispositivos digitales, es fácil perder de vista el poder duradero de las pasiones humanas a lo largo de la historia.
Sin embargo, mucho antes de que surgieran las etiquetas de “adictos a los teléfonos y a las redes sociales”, la humanidad se entregaba a una variedad de actividades y pasatiempos, donde la adicción ya formaba parte de la vida cotidiana.
En una época donde el papel y la tinta eran los principales medios de conocimiento y entretenimiento, algunos individuos se convertían en víctimas de adicciones conocidas como bibliofilia, bibliomanía y bibliopatía.
Estos fenómenos, lejos de ser rarezas del pasado, siguen siendo relevantes en la actualidad, recordándonos la poderosa influencia que los libros han tenido y siguen teniendo en nuestras vidas.
Bibliofilia
Es un término que describe el amor apasionado por los libros y la lectura. Se refiere a una profunda admiración y devoción hacia los libros como objetos físicos, así como hacia el contenido que contienen. Los bibliófilos disfrutan coleccionando libros, cuidando de ellos con esmero y apreciando tanto su contenido como su valor estético y artístico.
Esta pasión puede manifestarse de diversas formas, desde la búsqueda de ediciones raras hasta el estudio de la historia del libro y la tipografía.
Bartolomé José Gallardo, está considerado el padre de la bibliofilia moderna en España, gracias a su manera de trabajar y recopilar todo tipo de documentos impresos.
Fue un hombre multifacético, destacándose como erudito, político, gramático, filósofo y defensor de las ideas liberales. Además, Gallardo es reconocido como uno de los grandes bibliógrafos de la historia de España. Su labor incansable en la recopilación y preservación de obras impresas contribuyó enormemente al desarrollo de la bibliofilia en este país.
Bibliomania
El término “bibliomanía” se ha utilizado históricamente para describir una forma de trastorno obsesivo-compulsivo centrado en la acumulación y posesión de libros. Si bien no es reconocido como un trastorno médico específico en la actualidad, sí refleja la realidad de que algunas personas pueden desarrollar una relación poco saludable con la lectura y la posesión de libros.
De acuerdo con un artículo publicado en BBC News Mundo, narra que, en 1869, Alois Pichler fue designado como “bibliotecario extraordinario” en la Biblioteca Pública Imperial en San Petersburgo, Rusia, un cargo prestigioso acompañado de un generoso salario.
Sin embargo, su fama no provino de su posición, sino de su obsesión por los libros. En 1871, se descubrió que más de 4.500 títulos estaban desaparecidos de la Biblioteca y fueron encontrados en posesión de Pichler, lo que resultó en su arresto y exilio en Siberia.
Pichler se convirtió en el responsable del mayor robo de libros registrado en una biblioteca europea. Durante el juicio, su defensa argumentó que padecía de “bibliomanía”, una condición mental caracterizada por una pasión descontrolada e irresistible por los libros.
Bibliopatía
Esta no se limita al mero amor por los libros; es el extremo de la bibliofilia, una manifestación exagerada y compulsiva de esta pasión. Es el punto en el que la devoción por la literatura se convierte en una enfermedad, con consecuencias que van más allá de lo emocional.
Los signos de la bibliopatía pueden ser sutiles pero reveladores. Desde la compulsión por adquirir libros en exceso, hasta la incapacidad para deshacerse de ellos, los bibliópatas experimentan una serie de comportamientos que indican una relación poco saludable con la literatura.
Esta no se limita al ámbito de la lectura; puede tener repercusiones significativas en otras áreas de la vida de un individuo. Desde problemas financieros hasta dificultades en las relaciones interpersonales, esta obsesión puede afectar todos los aspectos del día a día de quien la padece.
La relación que tenemos con los libros puede variar desde un amor apasionado hasta una obsesión descontrolada, ¿cómo definirías tu relación con los libros?