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A 23 años de la 87-01: ostensible crecimiento del bienestar sectorial

Concluyendo el año 2005, pese a que según su “Informe sobre la Economía Dominicana 2005” el Banco Central afirmaba que el gobierno de entonces cosechaba “los frutos de la reforma impositiva realizada en octubre del 2004”, las actividades económicas relativas a la salud no aparecieron consignadas entre aquellas que, como las comunicaciones (+26%), habían experimentado un crecimiento vendido como heroicidad.

Seguida por el comercio (+19.9%), el transporte (+10.2%), los hoteles, bares y restaurantes (7.4%), la agropecuaria (7.3%), la construcción (6.2%) y las manufacturas (5.4%), entre otros, las actividades económicas relativas a la salud integraban esos “otros servicios” que, en conjunto, crecieron apenas 3%, en un marco de baja inversión oficial en el área, limitada exclusivamente a la “…reparación, remodelación y terminación de hospitales y centros de salud en Cambita, San Cristóbal”, gasto imputable al sector construcción antes que al gasto público en salud.

Todavía el incremento registrado entonces en aseguramientos (+7.7% en total), aunque impulsado por los seguros de vida (+113%) y de accidentes personales y de salud (44.9%), sólo apuntó a variaciones en las aseguradoras privadas igual a +1.6%, respecto al 2004, y estuvo enfocado en la ampliación de oficinas.

Como efecto, el gasto público en salud apenas fue +0.24% que el del 2004 y representó el 1.39% del PIB contra el 1.15% del 2004.

La varianza que a partir del 2005 muestra el efecto del balance clínicamente ajustado sobre el ciclo de cotizaciones de salud es el mejor indicador de que durante el período 2005-2014 esta actividad reportó poca vitalidad y que había sido excluida del enfoque contra cíclico que auspició la política económica sobre otros ingresos como los tributarios mineros y no mineros, dando como resultado valores fiscales negativos crecientes y persistentes durante el lapso, oscilantes, en millones de pesos, entre -RD$10.566 y -RD$66.591, exceptuando el año 2012 cuando representó sólo +RD$3.328.

Natural que concluyendo el 2007 el Régimen Contributivo (RC) del Seguro Familiar de Salud (SFS) del Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS) recibiera una dispersión equivalente a RD$583.82 millones. Sin embargo, finalizando el 2023 estos montos incrementaron a $7,268.34 millones, lo cual es +11.45 veces en 16 años, a un promedio anual equivalen te a RD$454.27 millones. En términos de afiliación, este tipo de aseguramiento en salud pasó de tener 941,619 afiliados a 2.24 millones, creciendo +178.28% en el período. Notamos, entonces, que por afiliado, las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) pasaron de recibir RD$724.79 a obtener RD$3,242.61 por afiliado a este régimen y que, en tanto sus afiliados aumentaron +1.78 veces en el lapso, sus ingresos provenientes del SDSS lo hicieron en +11.45 veces, como se ha dicho. Así, sus tamaños (nominales, claro) han crecido +9.67 veces que sus afiliaciones. Auge también expresado en la ocupación sectorial: el número de afiliados al RC que laboran en las distintas actividades económicas vinculadas a la salud pasó de 11,227 en diciembre del 2007a 62,088 en el 2022, lo cual equivale a +4.53 veces.

Grosso modo se constata cómo la Ley 87-01 promulgada el 8 de mayo 2001 continúa impactando las actividades de la salud, generando bienestar en el sistema.