La economía: se quedaron sin pólvora

La economía dominicana ha sido un dolor de cabeza para la oposición. Disparan, pero sin ningún daño. Suena el “CLICK” del gatillo, pero no el “BANG” de la pólvora.

¿Qué realmente sucede? Que en los primeros meses del 2024 y en plena campaña política, no hay forma de centrar los ataques al gobierno diciendo que la economía está estancada o en recesión.

Todo lo contrario. La economía inició el 2024 en plena expansión, hay estabilidad cambiaria, más empleo, y un déficit bajo, porque no se han usado recursos públicos para la campaña, como en el pasado. Para colmo, se proyecta un crecimiento del país que podría ser el segundo más alto de toda LAC, después de Guyana.

¿Y qué argumentos se usan para cuestionar estos resultados? El primero y más infantil es cuestionar las cifras oficiales. O sea, decir que el gobierno falsea los datos económicos. Lo extraño es que uno de los candidatos presidenciales que gobernó por 12 años y que más insiste en eso, es el que defendía a capa y espada las cifras del BCRD, siendo Gobernador el mismo que hoy ocupa ese cargo.

Las cifras no mienten. Cuando se oficializan son las figuran en todas las estadísticas del mundo y usadas por agencias de crédito, inversores y organismos internacionales.

El FMI revisa anualmente con profundidad nuestra economía, enviando misiones con numerosos expertos. Nunca han dicho que una cifra dada por el gobierno de turno ha sido distorsionada o manipulada.

Pero hay un segundo argumento. LA INFLACIÓN. Realmente la han sufrido todos los países del mundo, especialmente los pobres y la clase media.

Cada día los candidatos opositores atacan al gobierno por los altos precios y lo peor es que algunos dicen que lo van a controlar y bajar.

Aclaremos algo. Hemos bajado la inflación de 9.65% interanual en marzo del 2022 a 3.68% a marzo 2024. Un hecho sin precedente. Esa inflación fue generada por factores externos por todos conocidos y ningún pais del mundo se libró de ella. En algunos países esa inflación alcanzó un 500%.

Finalmente, las promesas de controlar los precios o bajarlos a la fuerza, es absurdo, demagógico e irresponsable porque eso es imposible salvo que la oferta y la demanda cambien su propio rumbo. La única arma para amortiguar la inflación son los susidios directos o indirectos. ¿Cuánto costaría un galón de gasolina sin subsidio? Unos 340 pesos. ¿Y cuánto costaría un pan sin subsidiar la harina? 20 pesos.

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