SIN PAÑOS TIBIOS
La minería no tiene quien le escriba
En teoría, un programa de gobierno constituye una guía indicativa del accionar de un presidente para un período dado, así que, más que declarativo, se supone que es un documento de planificación ejecutiva; una hoja de ruta que indica hacia dónde se dirigirá el país en el cuatrienio de referencia; una relación detallada de qué se hará, dónde, cuándo, etc.
En la práctica, la mayoría de las veces se convierte en un mero trámite; un tecnicismo que requiere el ordenamiento electoral y que tan pronto los partidos los depositan en la Junta Central Electoral –y esta a su vez lo cuelga en su página web–, se da por cumplido. De hacerse una campaña sobre la base de propuestas, se supone que todas están contenidas en los programas de gobierno de los candidatos, y que aplica también para sus comparecencias públicas, presentaciones, debates, etc.
Bajo ese supuesto, lo que no está dentro de un programa, ¿está fuera de la visión de campo del candidato? En esa lógica, la omisión absoluta de la minería en el programa de gobierno del PRM, ¿constituye un olvido involuntario del equipo técnico redactor o una omisión consciente que se corresponde con la visión de desarrollo propuesta para el periodo 2024-2028? Responder esa interrogante es importante de cara a las empresas mineras que operan en el país y a las que quieren invertir –tanto en minería metálica como en exploración de hidrocarburos–, toda vez que la certidumbre que requiere la inversión extranjera va más allá de contar con un adecuado marco jurídico (y que se le de cumplimiento), pues lo que verdaderamente importa es el compromiso político de impulsar una visión de desarrollo que la promueva y la impulse.
En los hechos, los indicadores muestran una caída sostenida de las actividades mineras en el país, así como de los ingresos por concepto de exportación. De agosto de 2020 a abril de 2024 los proyectos de “El Romero” (San Juan) y Unigold (Dajabón) duermen el sueño eterno en las gavetas del Ministerio de Energía y Minas; el retraso administrativo con la presa de colas de Barrick (Sánchez Ramírez) ha tenido un impacto significativo en su capacidad de procesamiento, y desde noviembre 2023, Falcondo (Bonao) está apagada. De esos casos, ninguno es señalado en el programa de gobierno del PRM; de hecho, en sus 120 páginas, la palabra “minería” ni siquiera se menciona. Entonces, ¿para el cuatrienio 2024-2028 no se contempla ninguna medida de apoyo a un sector clave para la sostenibilidad fiscal?
Si esa es una decisión de Estado, el gobierno está en su derecho, pero mucho me temo que más que una visión presidencial, la omisión obedezca a las posiciones ministeriales sectoriales; las mismas que con sus inacciones o negligencias han condenado al principal sector exportador del país a estar como el coronel aquel, a la espera de licencias y permisos que nunca llegan; operando siempre con la incertidumbre de terminar la historia de la misma forma…