Tribuna del Atlántico
¿Y hay cama pa’ tanta gente?
La época dorada de la salsa, que tuvo como fuerza motora, a las Estrellas de la Fania, (Fania All Stars), el grupo creado por Johnny Pacheco y Jerry Masucci en 1968, impulsó la carrera de las orquestas de ese género en todo el continente.
Entre las décadas del 70 y 80, el género alcanzó su mayor nivel de difusión, de esta época es el tema, No hay cama pa’ tanta gente, del Gran Combo de Puerto Rico, que cuenta de una invitación a la casa de Tavin, a un fieston, al que acudieron los principales artístas del continente, desde Perez Prado, Celia Cruz, Tito Puente, nuestro gran Johnny Ventura y muchos otros, son mencionados en la canción de Victor Morales, que tiene como estribillo principal, “No hay cama, pa’ tanta gente “.
Ante el flujo incontenible de dirigentes políticos, incluso electos recientemente, artistas, empresarios, que han estado juramentándose en el Partido Revolucionario Moderno, en estos días, y la facilidad con que cambian las adhesiones en nuestra imperfecta, pero estable, hasta ahora, democracia, no he tenido más remedio que recordar la canción que tantas veces escuchamos, del Gran Combo.p
Esta semana, en Puerto Plata, se han juramentado en el PRM, numerosos dirigentes provenientes del PLD, Fuerza del Pueblo, PRD y otras fuerzas políticas.
En esta avalancha nacional, los hay de todos los calibres, figuras ideológica y políticamente bien formadas, identificados con el relato oficial, lucha contra la corrupción, transparencia y cosas así, jovenes políticos, con ambiciones de ascender, dirigentes que no han sido tomados en cuenta lo suficiente, mercaderes del mejor postor, gente que ha militado en todos los partidos que han estado en el Gobierno de la República, aspirantes malogrados y viejos sabuesos en busca de pensiones generosas, entre otros especímenes.
En fin, que en ese trasiego de adhesiones, hay de todo, no creo que todos sean comprados, como dicen los opositores, pero tampoco creo, como dicen los gobiernistas, que todos vienen, identificados con la buena obra de Gobierno del presidente Luis Abinader, ahí hay de todo, buenos, malos y hasta feos, como en la famosa vaquerada.
Se podrá argumentar que el problema viene de lejos y, es cierto, en los gobiernos del PLD, se dieron muchos, el asunto es que ahora da la impresión de que se busca superar, o ya se ha logrado, los récords anteriores. Un apetito que, por momentos hace a uno dudar del relato oficial, de triunfo arrollador, como decía en un artículo anterior.
El presidente del PRM, José Ignacio Paliza, decía en Puerto Plata, que encabezan una coalición de 22 partidos, superando los 16 del PLD de 2016.
Ya otros han advertido que se da la impresión de querer avasallar, de no dejar a los contrarios, ni el picoteo, Federico Joviné, hablaba él lunes de que; “Lo mucho hasta Dios lo ve”, y, claro, que parece mucho pretender el 70 por ciento y el control casi absoluto del Congreso.
Y no me refiero sólo al tema de los balances de poderes, la necesidad de contrapeso en el juego político, el otro gran tema que debería preocuparnos es, hasta qué punto, este desborde de juramentaciones implique el disparo de la nómina pública, un seguir recargando hasta lo indecible, el rol de empleador del Gobierno.
Recuerdan ustedes que, una de las promesas del PRM, era reducir y eficientizar la nómina pública, cosa que, no ha ocurrido.
Abrir espacio para los nuevos adeptos implicará, probablemente, desplazar a viejos compañeros, un riesgo inherente a esta afán de sumar, hasta el punto de que en algún momento podrían tener que recurrir al segundo estribillo de la canción, ese que dice, “pa’ fuera, pa’ la calle “, lo que hace pertinente preguntar: ¿Y hay, cama pa’ tanta gente?