CONTROVERSIA
El insulto de Leonel al Presidente
En una expresión poco usual en el Dr. Leonel Fernández dijo este fin de semana que el Doctor Peña Gómez decía “primero la gente” y que el Presidente Abinader dice “compro la gente”. La expresión de que el Presidente “compra” la gente es gravemente infame e insultante porque sugiere soborno y corrupción.
El candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo luce obviamente desesperado tratando de explicar por qué se está marchando la gente de su lado y de su partido.
La realidad es muy distinta a lo que el Dr. Fernández dice. La gente se le está marchando en la recta final, con una percepción generalizada de que Leonel no tiene posibilidades de volver al poder.
El Dr. Fernández formó su partido sobre dos pilares fundamentales. El primero fue el de las diferencias éticas y de conducta moral con Danilo y el de tener un proyecto presidencial distinto para volver al poder. Ambas premisas han desaparecido. La diferencia con Danilo y cúpula PLD se encargó el mismo de aniquilarla cuando pactó con ellos. La segunda se desvaneció con el tercer lugar y su 16 % del pasado 18 de febrero.
Lamentablemente para el Dr. Fernández cuando pactó con Danilo y cúpula PLD lo hizo bajo la máxima degradada de que en política “se hace lo que conviene” no importando que comportamiento sea ético .Por eso se dio un abrazo con Danilo.
Esa nociva “enseñanza” es la que aprendieron los dirigentes Fuerza del Pueblo que se han ido y seguirán haciéndolo. Hacer “lo que le conviene” a sus intereses personales y al futuro político de cada quien.
El Ex Presidente Fernández, al insultar injusta y mendazmente al Presidente Abinader con una acusación directa e inmerecida, demuestra desesperación, faltando una semana para el debate que tendrán por televisión. Es obvio se va crispar el ambiente en el último trecho de la campaña.
Lo cierto es que Dr. Fernández se niega aceptar que tratar inútilmente de reciclar políticamente a Danilo y al PLD cuando estaban en el piso, fué su peor error histórico. Jamás debió pactar con el que trató de instalar “una Dictadura del Trujillo del Siglo 21. Al hacerlo le dio oportunidad de “revivir” al PLD, al menos, para frenar su propio crecimiento y el de su partido.