Doble tributación, una eterna maldición

Los servicios públicos tienen como propósito ordenar o facilitar la vida a los ciudadanos en un determinado territorio. Esa tarea es necesaria para el buen funcionamiento de la vida en sociedad, sin embargo, el exceso de reglas y procesos afecta negativamente.

El mal de la burocracia queda evidenciado hasta cuando toca hacer lo básico. Hace poco, por ejemplo, sacar un acta de nacimiento y que esta fuera “legalizada” formaba parte de dos procesos distintos y obligaba a dos pagos simultáneos ¿cuál lógica sino la recaudatoria resiste ese análisis?

Imaginemos que Adolfo, un niño de 5 años debe salir del país por una emergencia médica con su madre en las próximas 24 horas ¿sabías que es imposible o aspira a serlo? Y ocurre de esa manera porque el proceso inicia obligado a buscar un abogado notario que firme la autorización, no es gratis, de ahí toca dirigirse a la Procuraduría General de la República a certificar el documento, en lo que no se tarda menos de una hora y también se paga, al rato debe volver al banco estatal a procurar el pago de otro impuesto, el de salida de menor, ir a una de las oficinas de migración donde le esperará un servidor con la respuesta que en 48 horas laborables, sí, más de una jornada semanal estaría listo su documento. Ah! Contando con que tengas un acta de nacimiento en casa, porque también eso habría que pagarlo si no se cuenta con antelación, súmelo a la lista.

Solo el acompañamiento divino salva que logren emitirselo antes que el vuelo salga, no sin antes haber pagado al menos 4 impuestos/servicios con antelación ¿acaso no puede ser más expreso y económico el proceso?

Pero llega fin de año, hay que declarar rentas ¿sabía que debes pagar impuestos para pagar impuestos? Parecería el colmo que para tributar a través de un servicio en línea, donde se prescinde del servicio humano, sea necesario pagar. No lo comprendo.

El último de los ejemplos parece salir de una historieta de cosas imposibles, para que una empresa que brinda servicios al Estado logre un cubicación por este cliente, debe antes por ante DGII y TSS pagar por certificaciones que deberían reposar en las bases de datos de las instituciones que contratan.

Son de los retos que con o sin reforma fiscal deben resolverse, porque así como grano a grano se llena la gallina el buche, del mismo modo se queda vacío. 

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