UN MOMENTO
La otra sed
Cuando sentimos sed, necesitamos agua o algo para beber.
A medida que la vida avanza y los años pasan, la sed aumenta y la necesidad de agua se hace más apremiante.
Pero hablemos no solo de la sed física, la que afecta al cuerpo, sino también de otra sed, a la que el mismo Jesús se refería: la sed de agua viva.
¿Cuántas personas tienen sed del agua viva de Dios?
En esta Cuaresma, y siempre, vayamos al encuentro de Jesús, el agua viva. Pues solo Él puede saciar nuestra sed de paz y de felicidad.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.