Pensando

Respetémosnos

En este país hay que asumir con responsabilidad el lavado de dinero proveniente de la corrupción administrativa, de esos mismos sectores protegidos por los gobiernos de turno. Hay que respetar el patrimonio nacional y no gozar de impunidad. Cuando no se asume el déficit fiscal con austeridad en el gasto público, se recurre a las cancelaciones de los más necesitados; en cambio, los empleos de lujo y las pensiones otorgadas de forma descarada a “servidores”, son improcedentes cuando se han dado a la tarea de saquear el erario público; figuras protegidas por sectores políticos que pululan en todos los gobiernos y partidos políticos. Entendemos que llegará el momento en que este pueblo no aguantará más la desigualdad reinante y que la equidad tendrá que imponerse en una sociedad cargada de impuestos, para cubrir los desmanes económicos de los que “venden” la patria, que es vender nuestra identidad. Un ejemplo bochornoso es el hecho de que a los legisladores salientes hay que buscarle trabajos lucrativos porque su parcela política atentaría contra la gobernabilidad; y ni hablar de los aumentos de sueldo en el nuevo periodo legislativo. Acciones como estas de irrespeto a las necesidades de la mayoría, no deben permitirse en una sociedad que se respete. El abuso tiene límites porque inexorablemente aparecerán hombres y mujeres con capacidad y valor para cambiar el rumbo por una mejor nación. Todos queremos llegar a la sublime morada donde Dios habita, pero solo podrán entrar los que creen en Jesús de todo corazón y se arrepienten de toda maldad.