enfoque
Partidos políticos: Rol de las bisagras
El éxito de los partidos bisagras simplemente está en acompañar a partidos mayoritarios en una contienda electoral para provecho de ellos mismos y tratar de que su participación ya sea a medio tiempo o en las presidenciales, ser reconocidos y en el mejor de los casos alzarse con una candidatura, no obviando su participación en el gobierno que se instalará.
Que pena para la democracia y la sociedad dominicana que no existan ideologías políticas, me explicó, derecha, ultra derecha, liberales, conservadores o de corte socialista. Realmente, no tenemos una cultura de educación política, los círculos de estudios han desaparecido y con ello ha llegado la apertura indiscriminada de nuevos militantes a esas organizaciones.
Aquí elegimos a legisladores más inclinados a sus fortunas o a un linaje partidista, que más bien a una propuesta efectiva para el avance de nuestra sociedad. Se someten proyectos de leyes simplemente para agotar una jornada legislativa.
No se posee ningún sistema de consecuencias para la participación laboral de los legisladores, no puede ser posible que un legislador que no aporta nada a la sociedad sea reelegido por períodos consecutivos y lo peor es que muchos de ellos, en ocasiones se postulan por un partido determinado y en un cuatrienio siguiente se hacen acompañar de otra parcela, esto es transfuguismo.
Las curules deben ser de los partidos políticos no así para los postulantes a los mismos, es decir, tal y como lo señala el método, sistema o ley D’ Hondt, que la atribución de escaños del escrutinio realizado se dividen en los votos obtenidos por cada candidatura. Estos escaños se asignan a cada candidatura en el orden de colocación en la boleta electoral.
Lo penoso es que las llamadas fuerzas políticas representadas por los partidos o movimientos políticos, solo se han preocupado por recibir del presupuesto nacional el monto que le ha sido asignado para su participación en la contienda electoral.
No se sorprendan si es la misma sociedad que mañana quiera mano dura en el quehacer político dominicano, talvez seré un iluso, pero la clase política debe analizar qué aportará a la sociedad para que el sistema político se mantenga y no caiga en el descrédito, y que el mismo se convierta en el no interés por el sufragio, porque aún es salvable.
Somos un país pobre que con el gasto económico que poseemos más temprano que tarde será insostenible. No necesitamos dos cámaras legislativas, las mismas deberían fusionarse, y fortalecer más a los gobiernos municipales. Ni tampoco reelección presidencial. Desde mi punto de vista un periodo de seis (6) años consecutivos y nunca jamás. De esta forma, se fomentará la participación en la política de las nuevas generaciones e irá desapareciendo el caudillismo que tanto daño le ha hecho a nuestra nación.
Observemos, a El Salvador, Chile, Argentina, Perú, a algunos no les gustarán estos ejemplos, pero son gobiernos de mano dura ¿Izquierda, Socialismo o Derecha? No lo sé, pero realmente coinciden en algo los cuatros, llevar a sus respectivas naciones por el camino del desarrollo.
Copiemos, las buenas acciones de los gobiernos amigos, claro no olvidando las circunstancias propias de nuestra sociedad y país.