La ignorancia se cierne sobre la gente de Arroyo Cano
Por años, hemos visto cómo los intereses personales en el ámbito político florecen. Lamentablemente, en Arroyo Cano no somos ajenos a ello; no existen personas con vocación política que tengan un firme interés en cambiar la forma de gobernar.
Los partidos políticos, con sus mañas aliadas de seguidores parásitos, nunca tendrán una visión de gestionar a favor de la comunidad, de lograr algo para el desarrollo del distrito. Porque no ven la política como un recurso que puede marcar un antes y un después.
Entre los análisis de las elecciones pasadas, comentaba que Arroyo Cano no tenía un escenario político tan intenso desde hace 20 años. Dos candidatos que no gozan de posicionamiento político, y quizás eso lo hacía interesante porque no tienen colas que les pisen, pero ninguno con acciones o carrera política que se puedan enumerar, incluso sin gracia.
El comportamiento de los perremeistas al perder las elecciones en Arroyo Cano es tan decepcionante que refleja una falta de perspectiva, mostrando la necesidad de un diálogo más constructivo y educado. La ignorancia se cierne en ellos. "El ayuntamiento no nombra, el ayuntamiento no da empleo, nosotros somos los del poder": ¿acaso si eres profesional y tienes capacidad para estar en una posición es imposible llegar a trabajar en alguna institución pública o no existe el sector privado? ¿Te paraliza o deja de existir?
Los perremeistas son una prueba de que la gente puede prosperar sin depender exclusivamente del gobierno (estuvieron fuera de él desde el 2004), pueden crecer, emprender y tener una vida digna. En casi cuatro años de gobierno, eso es algo que no podemos olvidar.
En esta ocasión, le tocó nuevamente al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) coronarse con el ayuntamiento, pero ¿podrá el nuevo síndico gestionar obras a favor de la comunidad y administrar los recursos de manera transparente teniendo al gobierno del PRM en el poder en caso de continuar en el Estado después de las elecciones de mayo? Los dirigentes políticos del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Arroyo Cano nunca han tenido esa visión. De hecho, pienso que consideran que traicionan a su partido si lo hacen, porque su vocación solo les alcanza para beneficiarse a sí mismos.
Los líderes actuales del PRM estuvieron en el ayuntamiento entre 2002-2006 y, a opinión popular, lo hicieron mal. Están en el poder y… vamos a revisar las nóminas, las familias nombradas (contemos las obras que hayan sido gestionadas por ellos), se quedan cortos, el poder no les alcanza para eso. Es un partido chiquito que criticó las acciones del PLD (críticas a las que de una forma dura me sumé) para no ser más de lo mismo, pero el cambio allá no es tan diferente.
Es verdad que lo que pasa en el país es importante si hablamos de ese cambio generalizado al que aposté con ojos cerrados, pero a mí, a mi familia y compueblanos nos impacta de forma directa lo que pasa a nivel local y sí, ahí no hay un cambio. El cambio me vale poco.
El PRM tiene las de ganar frente a las elecciones presidenciales; ha salido victorioso en las municipales, pero no por ser los mejores sino por no haber más opciones.
Es momento de cambiar el tono y depositar nuestra confianza en el nuevo director que asumirá la responsabilidad en el ayuntamiento. Juntos, podemos gestionar acciones que beneficien a los habitantes de Arroyo Cano. Necesitamos fortalecer las relaciones entre el gobierno local y el nacional para lograr un crecimiento que se refleje en toda la comunidad.
El PRM tiene la posibilidad de fomentar el desarrollo de nuevos líderes políticos que puedan ser candidatos viables en el futuro, y esta responsabilidad también recae en el PLD. Los líderes actuales de ambas organizaciones están quedando obsoletos, y pocos confían en ellos; es esencial brindar espacio a las nuevas generaciones.
Abramos el telón para los cambios, para buenas gestiones y para el trabajo arduo y transparente. Solo a través de una colaboración efectiva y el compromiso con el desarrollo de nuestra comunidad, lograremos un crecimiento significativo que beneficie a todos.