Cardiología para todos

Prevención secundaria

Cuando la enfermedad cardiovascular (infarto al miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, etc.) se hace presente o ya se ha manifestado, deben instaurarse las medidas encaminadas a reducir el riesgo de recurrencia y la mortalidad, lo que constituye la prevención secundaria.

Queremos dejar bien claro que la prevención primaria se aplica antes o para, evitar el daño (enfermedad), y la prevención secundaria se refiere a las medidas a tomar luego que la enfermedad se hace presente.

La prevención secundaria recoge las principales recomendaciones en diferentes áreas de intervención.

• Cambio en el estilo de vida.

• Control y eliminación de los factores de riesgo cardiovasculares.

• Prescripción de determinados fármacos (medicamentos) con el objetivo de la prevención de nuevos episodios. También hoy en día disponemos de estrategias de revascularización percutánea o quirúrgica y de dispositivos implantables como el desfibrilador o resincronizador, cuando estén indicados.

Más sobre factores de riesgo

La aterosclerosis (endurecimiento de las paredes de las aterías) evoluciona de forma insidiosa y progresiva a lo largo de los años y cuando aparecen los primeros síntomas suele estar muy avanzada.

La muerte por enfermedad cardiovascular ocurre con frecuencia de manera rápida, súbita, no dando el chance de llegar al servicio de salud más cercano.

La modificación del riesgo cardiovascular ha mostrado su capacidad de reducir la mortalidad y la morbilidad por enfermedad cardiovascular muy especialmente en personas de alto riesgo.

Debemos hacer énfasis en la prevención primaria (antes de desarrollar la enfermedad clínica) y esto se consigue con la promoción de un estilo de vida saludable, basado en la realización de actividades físicas o el incremento de las mismas si ya se practican, la adopción de una alimentación saludable y, en los fumadores, el abandono del tabaco.

El colesterol debe mantenerse por debajo de 200 mg/dl, con un colesterol malo (C-LDL) por debajo de 130 mg/dl y en aquellos pacientes con enfermedad cardiovascular o diabetes el objetivo es colesterol malo por debajo de 100 mg/dl.

En diabetes del adulto o tipo 2 y en paciente con síndrome metabólico (obesidad abdominal) se debe hacer énfasis en la reducción de peso y aumentar la actividad física y no desmayar hasta alcanzar los objetivos de disminuir el índice de masa corporal y del perímetro de la cintura.

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