Falsa presunción de las abstenciones

Una campaña se ha desatado para quitarles legitimidad a las elecciones municipales por la alta abstención. Y demostraremos por qué la abstención no se puede medir en base a los votantes en relación con el padrón de la JCE.

¿Por qué decimos que los datos de abstención son irreales o adolecen de grandes imprecisiones? Lo explicamos:

1. La abstención en las elecciones municipales fue de 47% y no de 53%, como se divulgó, ya que, según la JCE, hay que excluir 830 mil votantes que residen en el exterior y no ejercieron su voto.

2. La alta abstención en elecciones municipales o legislativas es común en casi todos los países, donde en algunos alcanza hasta 60%.

3. En las presidenciales de Estados Unidos en 2020 la abstención fue 38.7%. En El Salvador, del carismático Bukele, de 50%. Y en el Chile de Milei llegó al 53%. Entonces ¿de qué carajo estamos hablando?

4. Para calcular la verdadera abstención hay que tomar en cuenta las personas que no pueden votar por su delicado estado de salud, vejez, invalidez y los internos en hospitales y clínicas y sus familiares que lo acompañan.

5. Sumar los fallecidos que no han sido excluidos del padrón y que deben ser muchísimos. Los presos no preventivos. Los miles que emigran ilegalmente y siguen apareciendo en el padrón. A los que viajaron al exterior por turismo o negocios. Y a los jóvenes dominicanos que cursan estudios en universidades extranjeras con visa de estudiantes.

6. ¿Había 8.1 millones de dominicanos aptos para votar? NO, por lo que hablar de abstención sobre esa cifra es totalmente irreal.

Entonces, ¿cuál fue la abstención real? Nadie lo sabe, pero estoy absolutamente seguro de que, en base a los puntos señalados, esa abstención ronda el 44% o menos. Excelente para unas elecciones municipales y muestran que los dominicanos creen en el voto y lo ejercen con responsabilidad.

Busquen otros argumentos para justificar la derrota porque si hubieran votado los 8.1 millones del padrón, el resultado hubiera sido exactamente el mismo.

El pueblo dominicano mandó una señal el domingo 18. Señal que debe ser profundamente analizada, evitando que la estupidez nuble la mente.

Y comiencen por ver el cambio de paradigma y la poca lucidez política de los líderes opositores. “Todo anda mal, los datos económicos son falsos, vamos para atrás, la inflación es culpa del gobierno, no saben gobernar, los popis, los ineptos, etc”. Así no compadre.

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