EN ESPECIAL
Jóvenes en la política
La juventud no es garantía de seriedad y progresismo. Hay jóvenes de pensamiento atrasado y sin el criterio innovador a que obliga la tecnología. Pocos muchachos alcanzan la visión transformadora de Milagros Ortiz Bosch.
Empero, es motivador ver rostros frescos en las boletas y en los barrios en labores políticas en un proceso electoral.
En algunos casos, apenas han abandonado la minoría de edad y en vez de moverse a los riesgosos “teteos”, pronuncian discursos, aprietan manos, explican sus ofertas a los electores.
El ámbito municipal animó a muchos a las aspiraciones a regidores y vocales en el Distrito Nacional y en los más apartados lugares, motivados por el voto preferencial.
Es importante este inicio, digamos que el primer escalón, al intentar lograr ser autoridad en el nivel más cercano al ciudadano.
Y el fenómeno se ha expresado en los tres partidos mayoritarios y las organizaciones medianas y pequeñas, generando mayor dinamismo electoral interno y de cara a los ciudadanos.
Cindy Pichardo, 18 años, era su primer voto y no reparó en la edad para el ejercicio del otro derecho constitucional: ser elegida. Aspiró a vocal en el distrito municipal de Uvilla, en Bahoruco.
Jéssica Rosario, 23 años, locutora, estudiante de medicina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo se animó a una vocalía en el distrito municipal de San Luis, en Santo Domingo Este.
Nicole Peralta, licenciada por la Pontifica Universidad Católica Madre y Maestra lo intentó en la circunscripción 3, del municipio de Santiago.
María Laura Báez, la última de esta muestra, 20 años y en trabajo político desde los 16, se lanzó a una regiduría en la circunscripción 1 del Disttrito Nacional. Logró una importante promoción.
Las candidatas centraron sus propuestas en ampliar las oportunidades para los jóvenes, fundamentalmente en los temas educativos y laborales.
Pude ver algunas entrevistas y promociones y creo que es un paso de avance, aunque hay que exigir más a los jóvenes políticos, para que superen esquemas de la “vieja política” y profundicen sus propuestas.
En muchos casos, los jóvenes vienen de hogares vinculados históricamente a la política, lo que facilita la vida partidaria, pero que a su vez es desafío para la necesaria ruptura con prácticas que lastran el desarrollo del sistema de partidos y la democracia.
Muchos jóvenes profesionales registran maestrías y estudios especializadlos lo que abona su aporte a la política, lo que fuerza a cambios en los partidos, para superar la autoridad supeditada solo a la antigüedad en los partidos.
La resistencia es notoria y seguirá provocando luchas y escisiones para que sigan abriéndose espacios para sangre nueva. El entrenamiento democrático es fundamental, en momentos en que gana espacio el autoritarismo por las dificultades de garantizar la seguridad en medio de plenas libertades. La democracia se fortalece con más democracia, suele repetir el presidente Abinader y esto debería ser un mantra en la vida de los que se aventuran en la vida política.
El espacio de las elecciones municipales, al margen de los resultados y querellas, lo veo con optimismo, ´por la llegada de nuevos inquilinos a la casa política nacional, que implica, además, la salida paulatina de viejos ocupantes.
Contemos votos, escuchemos quejas y los que rechazan resultados contrarios, que acudan a los canales legales que establece el ordenamiento electoral.
No intranquilicen que todavía falta la cuesta más pesada: elecciones presidenciales y congresuales de mayo.
Bienvenidas las candidaturas de jóvenes a las posiciones de senadores y diputados.