TESTIGO DEL TIEMPO

Crónicas de la decadencia

Target, CVS, RiteAid y Walgreens, entre otras compañías están al borde de la quiebra, cerrando tiendas a nivel nacional por constantes robos de mercancías sin respuesta policial. Si un empleado intenta detenerlos, los ladrones los acusan de “asalto y agresión”, los policías llegan inmediatamente.

La policía no interviene cuando roban menos de US$1,000.

Abren las fronteras, entran millones de “refugiados”, muchos “trabajan” para esas bandas, los microrobos, llegarán a los pequeños negocios familiares, avanzamos al caos total.

Todo está diseñado, esta “demolición controlada”, justificará un sistema de control y espionaje total, para “garantizarnos la seguridad”.

Con las calles controladas por el caos, tendremos que comprar todo por internet, a las grandes corporaciones, mientras regulan las plataformas.

Hay caos en las calles, pero patrullan el internet y arrestan a quienes pronuncien “discursos de odio”. Controlan todos nuestros movimientos, nada de esto es casual, ha sido cuidadosamente planificado, todo está fríamente calculado.

Robar en las tiendas es una parte de la ecuación, la segunda y más importante, convertir la mercancía robada en efectivo, se produce en las aceras. Muchas personas salidas de ningún lugar, se instalan en las aceras a vender productos nuevos a mitad de precio en toda la ciudad de Nueva York.

Robar en las tiendas es una parte de la ecuación, la segunda y más importante, convertir la mercancía robada en efectivo, se produce en las aceras.

Robar en las tiendas es una parte de la ecuación, la segunda y más importante, convertir la mercancía robada en efectivo, se produce en las aceras.EXTERNA/

Mientras ellos ocupan una parte de la acera, el poco espacio que queda se ha convertido en uno de los más peligrosos que tiene la ciudad.

La pandemia popularizó el “delivery”, cientos, sino miles de jóvenes a bordo de motocicletas o bicicletas eléctricas circulan por las aceras en una carrera contra el tiempo.

Algunos llevan comida que debe llegar caliente. Otros sencillamente deben hacer esa entrega para retornar y buscar otros encargos, viven de propinas. Y se desplazan por la acera a altísima velocidad.

Arriba también

Mientras, grandes corporaciones e influyentes personalidades intentan desmantelar el sistema institucional desde adentro, legalmente.

Amazon, Space X y Trader Joe denuncian legalmente al Buró de Relaciones Laborales como “inconstitucional”. Durante 88 años esa agencia sirve de arbitraje entre trabajadores y patronos.

El ex gobernador Andrew Cuomo, destituido por manosear y exhibir otras conductas inapropiadas con empleadas, alega la “inconstitucionalidad” de la Comisión de Ética del estado de Nueva York.

Extrañamente, lo que afecta a los poderosos es “inconstitucional”, lo que afecta a los de abajo es “legal”. Esto es real, actual, no es una película futurista.

Los robos destruyen el derecho y respeto a la propiedad, mientras las demandas de inconstitucional destruyen la armonía obrero-patronal y la ética gubernamental.

En Inglaterra ocurren los mismos robos y las mismas patrullas cibernéticas arrestan a quienes promuevan “discursos de odio”.

Imagino que en las escuelas de periodismo que aún quedan, introducirán una materia nueva: crónicas de la decadencia.

Todo esto nace de una ponencia del entonces príncipe de Gales, hoy Rey de Inglaterra, Carlos III, ante el Foro Económico Mundial (FEM), en el 2020. Planteó la necesidad de aprovechar la pandemia para darle un “Gran Reinicio” a la Sociedad (The Great Reset). El monarca dijo que eso permitirá que los gobiernos y comunidades puedan “Reiniciar Mejor” sus sociedades.

El presidente Joe Biden, jefe de la principal democracia del planeta, sacó su lema de campaña en el 2020 del discurso de Carlos III, prometiendo “Reconstruir Mejor”.

Todo esto, aunque sea difícil creerlo, es la forma de Biden cumplir su promesa de campaña fundamental: “Reconstruir Mejor”. Antes de “reconstruir”, es necesario “destruir”, hoy vivimos la etapa de la destrucción controlada.

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