Mucho más

“Pero yo digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”, Mateo 5:44.

Jesús enseñó en su Sermón del Monte la extraordinaria fuerza del amor hacia los enemigos. Amar al prójimo implica ir más allá. Apreciar al adversario.

Jesús preguntó: ¿qué hacéis de más? Si sólo saludamos o atendemos a los nuestros, eso hacen los impíos. El amor fraternal debe ser mucho más.

Jesús es el más épico ejemplo de entrega. Siendo bueno murió por los malos. Siendo inmaculado se ofreció por los pecadores. El Señor nos desafía a vivir ese amor.