TESTIGO DEL TIEMPO
La verdad es "antidemocrática"
Hace tiempo que la verdad se convirtió en la principal “amenaza” contra la “democracia”, aunque Ud. no lo crea.
Por revelar verdades que desnudan las mentiras del poder, Julian Assange se está pudriendo en una cárcel británica.
Jack Teixeira, de la Guardia Nacional de Massachusetts, está “mal preso” porque el año pasado reveló las verdades cubiertas con mentiras oficiales sobre la guerra de Ucrania.
Habitamos el distópico mundo descrito por George Orwell (Eric Arthur Blair) en su famosa novela “1984”, del 1948: “la mentira es verdad, la guerra es la paz”, y “el hermano mayor está mirando”, siempre.
Las mentiras del gobierno: “Ucrania está ganando la guerra” son la “verdad”. Cuando se revela la verdad, “Ucrania perdió toda su juventud en edad de combate” es “mentira”.
Ahora Ucrania, que “gana la guerra”, recluta abuelitos de 60 años para echárselos al molino de carne que alimenta financieramente a la industria armamentista.
En este nuevo mundo distópico, las escuelas de periodismo, si se mantienen abiertas, serán dirigidas por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) o la Policía Nacional.
Para evitar encarcelar a toda la población, se aprobaron leyes como la 1-24, para “cuidarnos” de las “noticias falsas”, todos seremos confindentes del DNI.
La ley se aprobó el 10 de enero, cinco días antes de la reunión del Foro Económico Mundial, de donde salió la idea y se regó mundialmente.
La vicepresidenta Raquel Peña fue a la reunión a “demostrar que cumplimos” y a buscar las nuevas “recomendaciones-instrucciones”. El interés del presidente Luis Abinader en las áreas protegidas, es parte de esa agenda globalista.
Es un “peligro” para la “democracia” que sepamos la verdad, por “nuestro propio bien”, los políticos decidirán qué cosa debemos y no saber.
Todo se hizo de forma “democrática”, la ley la aprobaron “libremente” legisladores electos “libre, soberana y democráticamente”, solo “politiqueros” absolutamente “antidemocráticos” se oponen.
Nuestros “grandes líderes” llenaron el Congreso de “honorables” riferos y narcotraficantes, pensando solo en sus bolsillos, obedeciendo sin cuestionar.
Esos legisladores no tienen concepto de la historia, están embriagados con la sensación de eternidad que causa el poder.
Por eso aprobaron una ley que los meterá presos si se niegan a delatar a sus propias madres.
Nuestros “grandes líderes” los escogieron precisamente por su ignorancia y miopía histórico-política.
Queda una pregunta: ¿por qué los periodistas que cubren el Congreso nunca escribieron nada sobre esa perniciosa ley?
La verdadera amenaza a la democracia son los políticos prostituidos al servicio exclusivo de la clase económica que deben “regular”.