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La vitamina C, la gripe y el marketing

En estos días de frío tropical y lluvias, la población dominicana está siendo azotada por una ola viral que a muchos nos ha tomado por sorpresa. Esta ola gripal viene normalmente acompañada por una segunda ola de remedios caseros para subir las defensas y el constante mensaje: recuerda tomar Vitamina C. Las vitaminas son compuestos orgánicos que necesitamos para mantener la salud y realizar procesos biológicos. La vitamina C, cuyo nombre químico es ácido ascórbico, fue el tercer mineral vital descubierto, por lo que se le reconoce con la tercera letra del alfabeto. Dentro de sus contribuciones al cuerpo humano está su apoyo a la producción de colágeno, a cicatrizar heridas, la absorción de hierro, y la prevención de la enfermedad llamada Escorbuto.

La popularidad de la vitamina parece tener origen en la contribución de dos personajes de la ciencia; los químicos Linus Pauling y Denham Harman. Pauling es considerado uno de los científicos de mayor impacto e influencia en la historia. Sus descubrimientos en química y biología molecular lo llevaron a ser galardonado con el Premio Nobel en Química en 1954 y su trabajo humanitario le llevó a ganar un segundo premio Nobel, esta vez el de la Paz, en 1962. Pauling se pensaba infalible, y fue una persona muy carismática y extravagante; pero este célebre investigador tenía una alta susceptibilidad a enfermedades respiratorias, sufriendo gripes crónicas. En 1970 Pauling publica una monografía titulada la “Vitamina C y la Gripe Común” en la que concluye que consumir grandes cantidades de vitaminas sintetizadas no solo prevenía la gripe, sino otras enfermedades como la influenza, y hasta el cáncer. Pero aquí surgió un pequeño problema, nadie pudo comprobar sus resultados. Pauling sufrió de sesgo de confirmación y busco en la data lo que le interesaba ver. Por su lado Denham Harman (profesor de la Universidad de Nebraska), luego de leer un artículo en la revista ”Women’s Journal“, concluyó que las vitaminas antioxidantes podrían ser utilizadas para desacelerar la vejez. Gracias a Harman hoy se utiliza la palabra antioxidante en la jerga común. Harman nunca tuvo el peso científico ni el carisma de Pauling, pero su idea tenía un potencial comercial enorme. La vitamina C es uno de los mejores antioxidantes en la naturaleza. Como resultado del esfuerzo de estos investigadores en la actualidad existe una industria multibillonaria de suplementos alimenticios incluyendo multivitamínicos. La realidad es que las investigaciones de los últimos 20 años sobre el consumo de suplementos indican que no existe un beneficio medible entre tomar y no tomar vitaminas para la prevención de enfermedades virales como la gripe. Tampoco envejecemos más lento si tomamos suplementos. ¿Por qué se mantiene el mito? es difícil extraer de la memoria colectiva los esfuerzos de 50 años de campañas de mercadeo, y los de las múltiples industrias billonarias basadas en la venta de suplementos y vitaminas. Aunque existe un porcentaje pequeño de la población que necesita y se beneficia de estos, la gran mayoría no requiere de los mismos.

Director de Investigación del INTEC

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