Enfoque
Gobierno con déficit de RD$ 199,018.7 millones ¿Y el resto del dinero de los bonos?
El Senado de la República abre su legislatura de este año con el conocimiento de la emisión en bonos de USD$ 6,052 millones de dólares para cubrir el déficit fiscal presupuestado para este año, monto totalmente innecesario.
El pasado año el Congreso Nacional le autorizó al Presidente Abinader una emisión de bonos por la suma de RD$ 363,257.86 millones que no se utilizaron en su totalidad puesto que conforme recoge la prensa esta semana citando el portal de la Dirección General de Presupuesto, el déficit fue de sólo RD$ 199,018.7 millones, lo que indica que le quedaron disponibles RD$ 164,239.16 millones que no utilizó.
La ejecución de todo presupuesto se inicia con el balance disponible que en este caso está compuesto del excedente previamente indicado de los bonos emitido en enero del 2023: tendríamos el déficit previsto para este año de RD$ 344,980.2, menos lo que sobró del año pasado, es decir, el déficit debía ser de RD$ 180,741 millones.
Adicionalmente, conforme a las declaraciones de líderes de la oposición y el análisis de reputados economistas, el Gobierno tiene en productos bancarios unos RD$ 347 mil millones en el Banco de Reservas ¿Entonces… ¿Por qué seguir endeudando al país a límites extremos, peligrosos?
El Senado de la República, no obstante el control partidario que el PRM tiene en la Cámara Alta, debe dar un ejemplo de cordura y cuando menos solicitar un estado de las disponibilidades del Gobierno antes de aprobar una emisión de obligaciones que eleva el total de bonos emitidos a la escandalosa suma de RD$ 1,486,167.29 (billones) de pesos desde el 2020 a la fecha, sin incluir los préstamos: a una tasa promedio de RD$ 54.00 esos son unos USD$ 27,521 millones de dólares.
La República tiene una triste memoria de la emisión de bonos desde sus primeros años con la Estafa de Edward H. Harmont en 1869, cuando se autorizó la primera emisión de bonos dominicana – dinero que no llegó al país - que con el pasar de los años, sometidos a diversas negociaciones cayeron en manos de tenedores norteamericanos y produjeron la primera intervención y el control foráneo de nuestras finanzas hasta que Rafael Trujillo saldó la deuda externa de USD$ 9,271 ,855.75 el 14 de julio de 1947: el país celebró en la ocasión, su tercera independencia, la financiera.
Desde entonces la cautela acompañó a los distintos gobiernos, particularmente en las administraciones de Joaquín Balaguer quien era alérgico al endeudamiento; la desgracia del Presidente Jorge Blanco empezó con la poblada de abril del 1984 cuando miles de dominicanos se lanzaron a las calles y cientos de ellos fueron masacrados, tuvo su origen en un empréstito con serias condicionalidades, con el Fondo Monetario Internacional; la cifra oficial de asesinados fue de 125 personas.
Leonel Fernández en su primera Administración (1996-2000) redujo en unos USD$ 100 millones el monto de la deuda externa; sin embargo, la deuda acumulada por las administraciones previas del PRD constituían una carga pesada y para poder llevarla se aprobó la Ley 112-00 que gravó los combustibles al inicio de la Administración del Presidente Hipólito Mejía, empero la crisis desatada con la quiebra de Baninter, no por el dinero faltante, sino por el manejo que se le dio a la solución que resultó peor que la enfermedad, afectó su gestión, contrato USD$ 3,275 millones, duplicando la deuda. La deuda externa acumulada a esa fecha desde 1844, era menor a la suma que actualmente se está tomando prestada cada tres meses. A su regreso en el 2004, Leonel Fernández encontró a la República en colapso total y, además, el mundo estaba en medio de una crisis internacional que llevó el precio del barril de petróleo a récords históricos. En abril del 2008, por ejemplo alcanzó los USD $140.75 el barril que hoy costaba USD$ 73.87 el pasado viernes, sin olvidar los efectos de la crisis financiera producto de la quiebra bancaria norteamericana por los bonos basura y la crisis inmobiliaria que sumió al mundo en la oscuridad financiera.
Para enfrentar ambos eventos se vio obligado a recurrir a los mercados financieros por unos USD$ 11 mil millones en ocho años: en memoria de su uso están los elevados de Santo Domingo, el Metro, las inversiones en recintos de la UASD en todo el país, etc.
Danilo Medina en ocho años no fue ajeno al endeudamiento porque este es parte esencial de la vida de los pueblos, siempre que se mantenga bajo márgenes costeables; él aumentó la deuda en USD$ 24,391 millones pero, ciertamente, le sobreviven Punta Catalina construida con ahorro interno, una línea del metro, el teleférico y miles de escuelas, entre otras inversiones en todo el territorio de la república.
La Deuda Pública que a mediados del 2023 montaba los USD$ 54 mil millones, más la deuda del Banco Central por otros USD$ 19 mil y que consolidada ascendía a los USD$ 74 mil millones, hace ratos que pasó de los USD$ 80 mil millones; son niveles preocupantes, sobre todo, porque no hay evidencia de inversiones que la justifiquen: Han sido para financiar gastos corrientes, la inversión estuvo en mínimos históricos.
La Ley General de Gastos Públicos es Ley en cuanto a los gastos, en lo relativo a los ingresos es sólo una previsión, por ello sería juicioso que el Senado de la República antes de plantear la aprobación de esa nueva emisión de deuda al Pleno, la envíe a Comisión y que sean citados allí, tanto el Ministro de Hacienda, para que indique la necesidad de un monto tan elevado, como el Administrador General del Banco de Reservas para que informe en qué productos bancarios está el dinero del excedente de las ventas de bonos del año 2023 y de los anteriores porque “coger préstamos caros en el mercado internacional para guardar dinero en el banco” no es propio del Estado y, menos recomendable por el progresivo deterioro cambiario que se advierte: el dólar ha pasado de RD$ 53.00 en el 2022 a cerrar a un precio de RD$ 59.00 en diciembre del 2023 y, el mismo Gobierno lo pronostica a RD$ 60.00 en el Presupuesto.
La Deuda Externa contratada por el Presidente Abinader es mayor que la de todos los presidentes que ha tenido la República juntos y, en la calle sólo se pueden ver las obras públicas de Ovando, Trujillo, Balaguer, Leonel y Danilo: Eso debe reorientarse.