VIVENCIAS

Renuncia inducida

Me confieso un muy buen amigo de Víctor Masalles hoy obispo emérito de Baní, quien reveló que fue “invitado a renunciar” y que todavía no sabe la razón, cuya carta de renuncia para la prensa fue redactada por el propio cardenal de Barcelona donde había dicho que iría, pero que después fue desmentido, hecho este, que me hace ver como en la maldad humana hay un orden, y es que crece gradualmente.

Lo peor es que quedó fuera sin saber por qué, aunque para Masalles el ambiente en su país estaba muy enrarecido y difícil, por lo que, esa acogida en Barcelona fue como una luz en el túnel; agravado, porque “parece que en esto tuvieron que ver personas de nuestro país, cercanos a él, que se ocuparon de que no fuera recibido allí”.

Este hecho, lo considero un atentado a la dignidad que tiene Masalles como ser humano, y que en honor a la amistad que me une a él me siento herido, y jamás dejarlo en la estacada, ya que un verdadero amigo merece cualquier riesgo de nuestra parte.

En esto, vale recordar lo que me contó mi hermano Isaias Herrera, que dejo como mensaje, para que Víctor se mantenga en la Iglesia como efectivamente lo hará, quien conversando en 1965 con el Vicente Rubio párroco de la parroquia Santo Tomás de Aquino, sobre los acontecimientos que se vivían en esa época así como el papel de la Iglesia Católica, hizo el siguiente comentario: “Te puedo asegurar que la Iglesia Católica es la verdadera ya que ni los curas ni las monjas han podido acabar con ella”.