En la diana

Tasa de interés inflexible

Primer Tiro

En cada uno de los meses de octubre y noviembre del año en curso el Banco Central redujo su Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos básicos. Sin embargo, los resultados de las operaciones financieras acumulados hasta el día 26 del cursante mes arrojan que la tasa de interés pasiva promedio ponderado se mantiene en el mismo nivel del mes de septiembre, mientras que la activa se redujo en 38 puntos, monto menor al de la reducción de la TPM. La inflexibilidad de la tasa de interés del mercado a las variaciones de la TPM fue analizada en la entrega del día 16 noviembre del año en curso. En ese momento los resultados eran “opuestos a los esperados según los fundamentos de la teoría de la política monetaria, la cual predice que las tasas de interés deberían estar bajando. Cualquier analista experto podría argumentar que el tiempo transcurrido es muy corto para observar los efectos de los mecanismos de transmisión de la política, lo cual sería aceptable, en cuyo caso las tasas de interés deberían al menos mantenerse constante, pero nunca registrar un comportamiento opuesto al esperado”.

Segundo Tiro

Durante el periodo considerado en la citada entrega, “el tipo de cambio promedio presentó un comportamiento ligeramente alcista con respecto al promedio del mes pasado (RD$ 56.88 contra RD$ 56.94 por dólar), aunque la tasa de devaluación anualizada pasó de 4.18% a 4.27%, mientras que las reservas internacionales netas disminuyeron en US$ 171.1 millones (RD$ 9,704.8 millones), con una disminución de la emisión monetaria ampliada de RD$ 9,658.2 millones como parte de la contrapartida, movimientos normales y poco significativo en términos relativos, lo cual significa que el aumento de las tasas de interés observado no puede explicarse por una contracción de la liquidez. Dada la caída en el ritmo de crecimiento de la economía, el aumento en la tasa de interés tampoco podría ser explicado a través de un aumento en la demanda de crédito. Una hipótesis alternativa es la de que el posible exceso de flexibilización haya generado una diferencia entre las tasas de interna y externa por debajo del mínimo exigido por los depositantes e inversionistas, la cual se encuentra en proceso de corrección”.

Tercer Tiro

En una economía con libre convertibilidad monetaria, un inversionista nacional siempre demandará un rendimiento igual o mayor que la suma de la tasa de interés interna en moneda extranjera y la devaluación esperada. Si además existe libre movilidad de capitales, el inversionista entonces demandará un rendimiento igual a la suma de la tasa de interés internacional libre de riesgo, la devaluación esperada, y el riesgo/país. Si la tasa de interés de mercado relevante para este tipo de inversionistas es menor que dicha suma, entonces los mismos preferirán invertir fuera del país, lo que producirá aumento en la demanda de moneda extranjera y en las salidas de capitales. La reducción de la demanda de depósitos y valores denominados en moneda nacional produciría un proceso de reajuste hacia una situación de equilibrio, lo que generaría la rigidez observada en las tasas de interés internas, lo cual podría producirse simultáneamente a la reducción de la TPM, en cuyo caso el mecanismo de transmisión de la política monetaria no estaría funcionando.