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Condiciones necesarias para la consistencia monetaria

La decisión de aplicar otra reducción a la Tasa de Política Monetaria (TPM) del Banco Central ha sorprendido nuevamente a muchos de los principales actores del mercado, y también a muchos economistas y analistas que dan seguimiento al conjunto de las políticas financieras, cambiarias y monetarias. Pero lo que nunca causará sorpresa es el objetivo del Banco Central de alcanzar una tasa de crecimiento cercana a la potencial, lo cual explica las sucesivas reducciones de la TPM registradas en los últimos meses. Pero para que sean sostenibles y efectivas, las posiciones de políticas monetarias expansivas deben aplicarse en escenarios de bajos riesgos inflacionarios y de fuerte anclaje de las expectativas de estabilidad del tipo de cambio, lo que la hace consistente y creíble. Es imposible alcanzar, de manera simultánea y sostenible, una alta tasa de crecimiento, una baja inflación y un tipo de cambio estable. Los mercados identifican rápidamente las inconsistencias de la política monetaria y se adelantan a las correcciones futuras. La política monetaria define una tasa para los depósitos que recibe el Banco Central, y otra para los préstamos que otorga a las instituciones de intermediación financiera. La tasa de interés interbancaria (a la que se prestan entre si las instituciones financieras) debe estar entre las dos anteriores, pues la tasa a la que una institución financiera presta a otra no debería ser mayor a la tasa a la que el Banco Central le prestaría, siempre y cuando esta cumpla con todas las condiciones requeridas por la institución emisora. Pero como el mercado interbancario existe, y registra operaciones por montos significativos, una tasa interbancaria por encima de la de préstamo de la política monetaria significa que dicho mercado imputa un costo de oportunidad a la liquidez disponible mayor a esta última, lo cual podría calificarse como una inconsistencia de la política monetaria, en el sentido de que la oferta monetaria es baja con relación a la TPM vigente. La diferencia entre la tasa interbancaria y la tasa de préstamo de la política monetaria ha sido positiva desde agosto del año 2022.

La primera condición de la consistencia requiere que la oferta monetaria se mueva en sentido contrario al de la TPM. Una segunda condición necesaria, aunque no suficiente, es que el nivel de la TPM determine una diferencia positiva entre la tasa de interés interna y la externa, la que debería reflejar la escasez relativa y el mayor rendimiento que deben tener los activos internos con relación a los externos. La diferencia entre ambas tasas de interés la determina la diferencia entre la TPM local y la externa. En el mes de mayo del año en curso, cuando el Banco Central domestico inició su tránsito hacia una posición monetaria expansiva, la diferencia entre la TPM doméstica y la de la FED (Banco Central de Estados Unidos) era de 325 puntos básicos. Con la nueva reducción de la TPM doméstica, esa diferencia es de apenas 175 puntos básicos. La inconsistencia del diferencial de tasa de interés produce dolarización, devaluación y salida de capitales. Si las tasas de interés no se reducen a la velocidad esperada, si el tipo de cambio sube y las reservas internacionales, entonces parecería conveniente revisar los fundamentos de la consistencia.