Inaceptable
Tal cual como lo hicieron el pasado 7 de noviembre cuando grupos penetraron nuestro territorio para reclamar la supuesta propiedad de una parte del terreno donde se construye la verja o muro fronterizo en Dajabón, Haití vuelve a irrespetar nuestra soberanía.
Solo que esta vez de una manera más agresiva con la incursión de tropas policiales fuertemente armadas que penetraron al sector de la Vigía en la referida provincia agrediendo a dominicanos y haitianos que comercializaban sus productos de manera informal.
Un atropello inaceptable y de clara intención provocadora (fueron acompañados de sus equipos de prensa) que, en medio de las tensiones generadas por la construcción por parte de Haití de un canal de trasvase –ilegal- a las aguas binacionales del río Dajabón, aparentemente procura un derramamiento de sangre que los ponga como víctimas y a nosotros como verdugos.
La posición dominicana es muy delicada ya que si bien es cierto que ante los perversos propósitos de nuestros vecinos estamos llamados a actuar con la sensatez, sangre fría e inteligencia emocional con la que se ha manejado el mando (político) y el comando (militar), la soberanía territorial debe ser protegida.
Los preocupantes hechos reclaman urgentemente de una inmediata ofensiva en materia de política exterior. De una nota diplomática al gobierno haitiano con copia y adecuados reportes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la de Estados Americanos (OEA) para establecer y documentar adecuadamente las cosas.
Esto porque que si los haitianos insisten en su insolencia, el gobierno dominicano se verá obligado a reaccionar porque la prudencia y la tolerancia tienen límites.