Música, juventud y educación
La Iglesia católica incluye a Santa Cecilia en su santoral; precisamente hoy, 22 de noviembre, hacemos memoria de ella; una jovencita de la nobleza romana. Se dice, que consagró su virginidad a Dios, pero su padre la obligó a casarse con un noble pagano. Sin embargo, en su noche de nupcias logró convencer a su esposo de que no la tocara para que el ángel de Dios le amara tanto a él, como a ella; el noble accedió, convirtiéndose al cristianismo.
Ella era un ser que sentía una irresistible atracción hacia los acordes melodiosos de los instrumentos musicales. Y, es muy probable, que su noble familia la estimulara al estudio y a la práctica de este arte. Su espíritu sensible y apasionado por la música le constituyó en un símbolo musical. Movido por tal notoriedad, el Papa Gregorio XIII, en 1594 la declaró patrona de los músicos, dada su alta sensibilidad por “el arte de bien combinar los sonidos y el tiempo”. En bastantes pinturas se le suele ver ejecutando diversos instrumentos musicales, especialmente, el órgano. En ella: vida, música y sensibilidad se conjugaron generando un vínculo inquebrantable.
Realmente es así, vida y música constituyen una pareja que se requieren mutuamente. Más aún, los humanos forjamos la música antes que el lenguaje; nada impacta tanto al cerebro como la música, modificando el estado de ánimo y movilizando cualquier estructura cerebral; además, es un cohesionador social; constituye, junto a las emociones, una sociedad inquebrantable; está asociada a la identidad, al aprendizaje, a las vivencias, a la diversión, a la libertad y a la unidad.
Igual alianza se verifica entre música y juventud. Esta unidad y sensibilidad la aprovechó extraordinariamente, el santo de los jóvenes, Juan Bosco; llegando a afirmar que “una casa salesiana sin música es como un cuerpo sin alma”. De hecho, la pedagogía salesiana está empapada de música, por ser un elemento educativo de primer orden. El canto coral y la banda de música dominaban las fiestas del Oratorio, atrayendo a una diversidad de público: alumnos, bienhechores, autoridades civiles y amigos. Según el Santo la música ennoblece, eleva y educa el espíritu humano. Efectivamente, el filósofo griego, Platón decía que la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
La música es, asimismo, un medio oportuno para entrar en relación con los jóvenes, y crear un ambiente cálido, haciendo propuestas educativas. Hay que destacar la gran actividad realizada por Don Bosco, introduciendo el teatro, las artes escénicas y la música como realidades asequibles a la juventud y como vehículo capaz de comunicar mensajes positivos. Las casas salesianas han sido pioneras en todo aquello que sea un referente de arte y expresión: musicales, teatro, mimo, revistas, periódicos, emisoras de radio, estudios de grabación, danza, coreografías, coros, conjuntos musicales, bandas, orquestas y artes plásticas. Queda claro que para Don Bosco la alegría que genera el arte, en sus manifestaciones, es la mejor plataforma para la educación integral de la persona.
¡Felicitaciones a los músicos en su día!