Tribuna del Atlántico
La hoguera del Intrant
La película, La Hoguera de las Vanidades, dirigida por Briam de Palma y protagonizada por Tom Hanks, la magnífica Melanie Griffith y Bruce Willis, fue una exitosa producción de 1990.
Narra la serie de eventos en que se ve envuelto un exitoso agente de la bolsa de valores de Wall Street, cuando junto a su amante, entran por error a un barrio populoso de NY, atropellan a un joven negro dejándolo en coma lo que desata una espiral de hechos que consumen su carrera y su vida. La película está basada en el libro de Tom Wolfe del mismo nombre.
Por alguna extraña razón, su título ha llegado a mi mente al observar los acontecimientos en torno al zarandeado contrato del Intrant, para la instalación de semáforos inteligentes en Santo Domingo, primer paso para mejorar el caótico tránsito de la urbe dominicana.
Hay más diferencias que coincidencias entre la película y lo que estamos viendo, pero aún así, creo que el término “hoguera”, resume el impacto que tiene en la carrera política de un joven de éxito en las diferentes actividades en las que ha participado.
No conozco a Hugo Beras, es para mí, un joven exitoso en su labor como comunicador, que ha labrado una buena imagen, un referente en todo lo relativo al automovilismo en el país.
El contrato con Transcort Latam, lo lleva de pronto a un torbellino de imputaciones del que difícilmente saldrá indemne, porque, como responsable principal del Intrant, le tocaba garantizar la viabilidad y transparencia de un proceso llamado a dar un giro al tránsito capitalino.
Como si le faltara sazón al drama, en una acción imprudente, el abogado Carlos Balcacer, representante de la cuestionada compañía, cuya capacidad nadie discute, incurrió en desatino de amenazar con apagar todos los semáforos de Santo Domingo, por la decisión de la Dirección de Compras y Contrataciones, de suspender el proceso mediante el cual se adjudicó el contrato a Transcort Latam.
Los de mi generación crecimos escuchando que: “el allante es la mitad del pleito”, eso intentó Balcacer, pero le salió muy mal, porque su amenaza atentaba contra el orden público. Se salva, tal vez, porque la amenaza se quedó en su boca.
Lo del contrato tiene demasiadas aristas, el hecho de que la principal figura de la firma contratada es una persona que hasta no hace mucho, era empleado del Intrant, “y para colmo de males”, como en el merengue de Johnny Ventura, la compañía, “camina de medio lao”, porque resulta que han utilizado el nombre de Transcort LP, para hacer una compañía que no es subsidiaria de ella, aunque usa un nombre similar y alguno de sus socios hayan sido parte de la empresa de referencia.
La revelación del director de la DGCP, de que habían notificado las objeciones de Transcort LP en junio, a pesar de lo cual, el Intrant, siguió adelante con el proceso, es más que preocupante, así como la reaparición de una empresa de Jochy Gómez, que ha estado envuelto en varios escándalos, en el entramado societario.
Para Hugo Beras, que ya lloró, por los sinsabores de este caso, el único alivio sería que, hasta ahora, los numerosos casos que se han presentado en esta administración, no parecen encontrar camino judicial expedito. Escaso alivio para la hoguera en que se encuentra su imagen pública, aún para quienes, le presumimos inocente, presunción atinente a todo el que no ha sido condenado y, sobre todo, a quienes tienen una trayectoria como la suya.