pensando
Lo justo de la prudencia
En esta etapa de los medios de comunicación, donde todos sus agentes buscan protagonismo al margen de sus actuaciones y dotes analíticos; es importante, como obligatorio, su credibilidad para sustentar los señalamientos que deben sobre guardar la dignidad de las personas, ya que los tribunales constituyen el espacio de mayor responsabilidad en la búsqueda de las verdades, que nutren el buen desenvolvimiento de una sociedad y sus familias. La sabiduría de un ser humano está en discernir constructivamente lo que representan las experiencias que nos tocan a todos en el diario vivir y que pocos saben apreciar su valor. La vista, el oído, el gusto y el olfato, nos llevan al “tacto” que debemos tener a la hora de enfrentar la irreverencia de la ignorancia que demuestran los que hablan, pero no actúan. Discernir y actuar es identificar la solución de los problemas para lograr una percepción confiable y ponderada a la hora de tomar una buena decisión. Los que vociferan sus necesidades descubren sus debilidades y los que administran su silencio, economizan sus recursos. La calidad de vida no es la jactancia y vanidad del protagonismo, hay que seguir el guion de la vida que se escribe con realidades que nos ofrecen la capacitación para realizar las metas que aspiramos. Oswaldo Altamirano expresó: “Callar sobre uno mismo es humildad. Callar cuando se sufre es heroísmo y callar cuando otro habla es delicadeza”; por lo que debe primar lo justo de la prudencia.