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2023: Muere sin pena ni gloria

A finales del 2022 los organismos internacionales proyectaban para el 2023 un crecimiento bajo en casi todos los países del mundo. Hablamos de menos de 3%, excepto China, La India y algunos otros privilegiados.

Nada que ver con el crecimiento del 2021 o 2022. El 2023 fue año perdido, donde evitar la recesión era la meta principal. Sin embargo, Europa está hundida al borde de una recesión y China crece muy por debajo de su proyectado 6%. Estados Unidos ofrece un mejor panorama con un crecimiento sobre el 2%.

En América Latina y el Caribe, unos cuatro o cinco países pueden llegar o superar el 3% del PIB. El resto en negativo (Argentina y Chile) y la mayoría entre 1% y 2%.

Recordemos que nuestra meta de crecimiento inicialmente era de 4.5%, luego fue reducida a 4%, la CEPAL la estimo recientemente en 3.7% y ahora las autoridades la fijan en 3%, aun difícil de lograr y lejos del 12.3% y 4.9% de los años 2021 y 2022, respectivamente. En efecto, para llegar a esa meta de 3%, la economía tendría que crecer sobre el 5% en los meses de octubre, noviembre y diciembre.

Entre enero-septiembre el crecimiento dominicano es de 1.7% (3.1 Interanual), equivalente a una tercera parte del 5.5% que mostró en igual período de 2022. Pero surge la pregunta: ¿Cómo lograr que la economía se dinamice lo suficiente en los últimos meses del año, para alcanzar un 3% de crecimiento en el 2023?

Dependerá de dos cosas: a) que el crédito privado mantenga una tendencia creciente y, b) que el gobierno cumpla al menos con un 90% de ejecución del gasto de capital presupuestado, unos RD$90 mil millones, con el aumento incluido en el presupuesto complementario. Ambas cosas podrían aumentar la presión sobre los pecios.

Sin embargo, logramos algo mucho más importante que el crecimiento. Bajar la inflación a 4.41%, muy cerca del rango meta del 1%-4%.

El gran problema, ya no es el 2023 sino el 2024, ante los nuevos escenarios que iluminan el cielo con bombas y misiles. Muchos expertos vaticinan que la situación va a empeorar en el 2024 y el crecimiento será menor al deprimente 2023, que muere sin pena ni gloria. Además, la FED nos podría tener una sorpresa desagradable a finales de octubre. Con un optimismo exagerado, nuestras autoridades han proyectado un crecimiento de 4.50% para 2024 con inflación del 4%. ¿Es posible? Roguemos al Señor.

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