Cancélelos a todos
Cuando un presidente designa a un funcionario en cualquier institución del Estado, lo hace con el propósito de que esa persona le ayude a aligerar la carga que representa estar al frente de un país. De inmediato, ese funcionario recibe poderes para administrar y resolver las diferentes situaciones que se presentan en la dependencia gubernamental que dirige. Explicado lo anterior hay que preguntarse qué pasa con algunos funcionarios del gobierno de Luis Abinader que esperan a que rebosen las situaciones que se presentan en sus instituciones, para que el presidente se inmiscuya emitiendo alguna declaración, llamando a una reunión o creando un gabinete innecesario y así “resolver el problema”. ¿Será una estrategia para favorecer la imagen del mandatario, haciendo creer que es capaz de resolverlo todo o es un asunto de inoperancia de los funcionarios? Si la respuesta es de inoperancia, la única solución posible en un gobierno que se vende como “cambio”, es cancelarlos a todos.