Proclamación de candidatos presidenciales va despejando el camino de 2024

Con la proclamación formal este domingo de las tres principales candidaturas presidenciales, el panorama político de cara a 2024 se despeja igual que el tema de las alianzas electorales, en forma muy distinta a como se inició este año 2023.

Al cierre de 2022, las encuestas mostraban una clara preferencia, con mayoría absoluta del presidente Luís Abinader; una confusión de posición en los dos candidatos de oposición, Leonel Fernández y Abel Martínez, y un rechazo del PLD a alianzas con la FP.

Desde marzo, eso ha cambiado en forma evidente.

La candidatura del PRM ha tenido que afrontar momentos de duras pruebas, básicamente por la situación económica derivada del bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), con precios altos, falta de dinero en la calle, apagones y energía muy cara, inseguridad y desempleo.

Luis abinader

Luis abinader

Del otro lado de la línea está la oposición, que palmariamente ha logrado que la gente se centre a reflexionar sobre el deterioro de los servicios públicos, como el caso de los pasaportes, 911, servicios del Metro, así como en los servicios de salud hoy colapsados por el dengue.

Por otro lado, la persecución a ex funcionarios del PLD, que en los años 2020-2022 no generó daño político, en este que discurre sí que ha tenido un efecto sensible.

El hecho es que tal situación ha convertido al PLD en un ente político reciamente adversario del presidente Abinader, posibilitando la impensable alianza de la FP y el PLD en los niveles municipales, congresual y presidencial en segunda vuelta.

A estas alturas, se desprende que sospechadas gestiones de acuerdos soterrados con altas figuras del PLD podría tener poco efecto político.

Durante las últimas semanas, Haití, un tema siempre presente que el presidente Abinader trajo a primera página tras su decisión de cerrar la frontera y prohibir el comercio, está cobrando caro sus réditos políticos iniciales, desde que los haitianos construyeron, ilegalmente, contra viento y marea, el desvío del río Masacre, lo que ha sido visto como un revés al efecto esperado de esas medidas.

Los haitianos tomaron ventaja en el pleito diplomático y, finalmente, cuando el Gobierno dispuso la reapertura del comercio, estos se negaron a aceptarlo, una actitud de osadía que, quizá, no esperaban las autoridades.

Leonel Fernandez

Leonel Fernandez

En medio de esa crisis, los partidos celebraron sus primarias.

En el caso del PRM, seleccionó por encuestas y rellenó espacios reservados de cara a los tres procesos electorales del año venidero. En los casos del PLD y de la FP, realizaron su elección de candidatos sin incidentes.

El PRM convocó a sus dirigentes a primarias con un padrón de más de tres millones de electores y, en el caso de la elección presidencial, casi un millón votó por Abinader, esto es, el 12% del padrón electoral de la JCE, sin mayores cuestionamientos.

Pero en el caso de los alcaldes, las interrogantes levantadas han sido tan serias que ya causaron rupturas y deserciones.

El tema de las encuestas llegó más lejos. Cuando fueron anunciados “los ganadores” hubo dudas y fuertes controversias, con al menos 40 casos en poder del Tribunal Superior Electoral.

Si ha resultado extraño el avispero alborotado en el PRM con las candidaturas congresuales y municipales, más raro ha sido el hecho de que en dos partidos, el PLD y la FP, hasta hace poco inimaginable de juntar por la escisión de 2019 que terminó en su división, las aguas de sus alianzas fluyen sin contingencias a la vista.

En esta alianza opositora, de la que faltan plazas por ser anunciadas, contrasta con la historia de los partidos políticos y envía un fuerte mensaje de madurez que puede tener altos réditos políticos.

Esto aporta luz a los actores políticos institucionales, no partidarios, de que existe una oposición con altas posibilidades electorales. Aun cuando el Gobierno tiene medios y poder de mover hilos y evitar una culminación del proceso de alianzas, todo indica que, incluso, en las demarcaciones más importantes, como el Distrito Nacional, la plaza principal, y en Santo Domingo, como la electoralmente más relevante, las negociaciones marchan sin traumas, incluyendo a Santiago.

Abel Martinez

Abel Martinez

En resumen, una alianza en 28 provincias es probable y, seguramente, podría alcanzar grados de éxito.

Las elecciones venideras tienen tres tramos. Basta senalar el primero, de las municipales, que envían un mensaje electoral no necesariamente concluyente, porque las congresuales y municipales se producen tres meses después.

Son las congresuales las que envían una señal inequívoca de hacia dónde van los vientos, pues tienen lugar a apenas un mes de la segunda vuelta para la que existe un pacto ya firmado por la oposición.

En conclusión, este escenario reta el reinante espíritu de optimismo en el PRM que, a pesar de su provechosa ventaja de estar en el Gobierno, la oposición tiene su engranaje listo para el escenario de la próxima batalla en las urnas.

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