¿Solo el albañil?

La culpa de que seis neonatos fueran dejados en la puerta del Cementerio Cristo Salvador, no es solo responsabilidad de Hilario Pascual, mejor conocido como El Grillo. Ese albañil responsable de darle una sepultura digna a seis bebés que nadie quiso luego de morir, es presa del vicio del alcohol y la costumbre. Hasta ahora nadie ha dicho que el personal de la Funeraria Popular es alcohólico, olvidadizo, entonces ¿por qué llevar seis cuerpecitos en funda, eso es lo que paga el Hospital Ciudad Juan Bosch, por qué llevarlos en horario donde el cementerio está cerrado y entregarlos sin que se firme un papel “de recibido”, dónde se sepultan esos cuerpos y cómo se sabe que no son violadas algunas tumbas para sepultar bebés? Nadie sabe y quizás nadie sabrá, la soga ha sido cortada por el más débil, ya tenemos el culpable de una cadena de personas que demuestran que están acostumbradas a actuar sin un correcto orden.