Abinader: primarias y Haití
Con la nominación presidencial del Partido Revolucionario Moderno, PRM, en un puño a horas de las votaciones internas en todo el país, el presidente Abinader buscaría, además, que su diplomacia intensa para lograr que una fuerza internacional pacifique a Haití, de frutos.
Abinader no ha hecho gran campaña para lograr el voto de los partidarios, que tienen la opción de escoger entre otros aspirantes menores a la candidatura: Ramón Alburquerque, Guido Gómez Mazara y Delia Josefina Ortiz. Los dos primeros pertenecen a la vieja guardia.
Se dice que las encuestas que tiene el presidente Abinader, ordenadas por su partido y amigos cercanos, le dan hasta un 80% de la intención de voto en las primarias, con lo que aseguraría la nominación, aunque no voten los 300 mil empadronados que participarían.
El presidente tiene en su foja haber ganado la convención de su partido en el 2015, para las elecciones del año siguiente, con un 70% de los votos. En las elecciones del presente cuatrienio ganó también holgadamente, con menos peso en la política que en el presente.
Abinader acudirá el próximo domingo a las elecciones internas con enorme apoyo debido al litigio de la República Dominicana con Haití por lo que el último país está haciendo en el río Masacre, desviándolo de su curso normal para beneficiar terrenos privados.
El cierre de la frontera entre los dos países, aunque ha supuesto la pérdida de millones de pesos por las exportaciones vía camiones, aviones y barcos desde territorio dominicano, ha recibido enorme apoyo que podría traducirse en un masivo respaldo en votos en el 2024.
Pese a que Alburquerque y Gómez Mazara, más que la aspirante Ortiz, han sido críticos del régimen de Abinader y se presentan igual que el gobernante en ejercicio como abanderados de cambios en la conducción del Estado, el líder del PRM es visto como un claro ganador.
La nominación por amplio margen reforzaría el liderazgo interno de la organización y enviaría un mensaje a los electores sobre quién parecería mejor situado en los comicios presidenciales del año venidero, en los cuales corren Leonel Fernández y Abel Martínez.
Fernández, tres veces presidente y líder de la Fuerza del Pueblo, un partido disidente del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que a su vez lo es del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, aparece en las encuestas generalmente como segundo detrás de Abinader.
El aspirante a la reelección y los suyos creen que un triunfo en las primarias internas de su partido sería un golpe sicológico para que los electores comiencen a hacerse la idea de que ganará en primera vuelta en mayo del 2024, como dicen la mayoría de las encuestas.
Al menos una encuesta cuyo trabajo de campo se hizo recientemente luego de la crisis con Haití, registró un apoyo considerable al régimen y al presidente al punto de que anticipó que ganaría en primera vuelta. A Fernández se le sitúa en segundo lugar afectado por su alta tasa de rechazo.
La diplomacia de LA
Abinader ha manejado intensamente la diplomacia para convencer a los países amigos de que República Dominicana no puede sola con el problema de Haití y, al momento, varias naciones grandes seguirían el paso de Kenia, que ofrece 1,000 policías para la pacificación.
Kenia, dirigida por el presidente William Ruto recibirá ayuda de Estados Unidos, que ofreció esta semana 100 millones de dólares, buena parte para la Policía Nacional de Haití, a fin de amalgamar una fuerza multinacional que enfrente a las bandas armadas que asedian el país.
Abinader presiona para que Estados Unidos se involucren más en la pacificación de Haití, que traería con la ayuda a la población más desvalida y la organización de las elecciones en corto tiempo, una mayor tranquilidad en la región del Caribe que ve en ascuas la situación.
Los críticos de la inacción norteamericana toman nota de que el país del norte ha otorgado más de 400,000 dólares en ayuda a Ucrania en su lucha contra los invasores de Rusia. A Haití le ha ofrecido asistencia a cuentagotas, más bien por razones humanitarias.
Los argumentos de Abinader y la presión diplomática podrían dar sus frutos en pocos meses cuando entren a territorio haitiano el contingente keniano y otros que han ofrecido aportes en hombres armados y también en recursos para aliviar el hambre que padece Haití.
En un momento electoral complicado para todos, el ex presidente Fernández y otros políticos opositores no han querido ofrecer respaldo total al gobierno de Abinader. El tres veces presidente advirtió sobre el armamentismo, que él observa, ha seguido el régimen en plaza.
Se dice que Abinader aseguró a Ruto que los hospitales dominicanos podrían recibir a los kenianos en caso de necesidad y que los aeropuertos de Barahona y El Higüero, de Santo Domingo estarían listos para ayuda logística.
RD como Estados Unidos no quieren involucrar a sus militares en el conflicto haitiano contra una federación de bandas armadas que dirige Jimmy Cherizier, popularmente conocido como “Barbecue”, porque es hijo de una friturera. Abinader quiere mantener su distancia.
En lugar, ha empleado a fondo a la Cancillería y ha enviado misiones especiales al exterior para explicar la posición dominicana mucho antes de que se produjera el litigio por el canal del río Masacre. El retorno masivo de haitianos por miedo no ayuda la causa dominicana.
Leonel busca subir
El candidato presidencial del partido Fuerza del Pueblo busca subir en la aceptación popular pese a que el presidente Abinader ha acaparado el momentum político casi sin ningún cambio desde mediados de agosto cuando visitó Nueva York en la fiesta de la Dominicanidad.
Tras ordenar el cierre de la frontera por tierra, mar y aire, y presentarse ante el foro de la Asamblea General de Naciones Unidas, los bonos del presidente parece que han subido mucho. El doctor Fernández se propone ir a Dajabón el lunes para ver “in situ” la situación fronteriza.
Fernández tiene apoyo de un sector empresarial sólido que maneja negocios y medios de comunicación. Su manifestación en la Plaza de la Bandera el pasado domingo 24 no llenó las expectativas que esperaban los organizadores, pero él aseguró que ganará en primera vuelta.
En la ocasión presentó un listado de más de dos millones de firmas que respaldan a la Fuerza del Pueblo y su candidatura como prueba de que podría lograr el hito de convertirse en presidente en las elecciones del año que viene, para gobernar por cuarta ocasión. Con derecho a la reelección.