fundación salesiana don bosco
La Virgen dulce
Hasta hace algunos años, la devoción a la Madre de Dios, regularmente, nos venía transmitida por los padres y los abuelos. Justamente, recuerdo que quien inculcó en la familia esta devoción fue mi madre. Ella, antes de contraer matrimonio, pertenecía al grupo de las Hijas de María, un grupo al cual el párroco daba mucho seguimiento y formación porque reunía a muchas jóvenes.
Recuerdo que mi madre asistía, religiosamente, todos los 24 de septiembre al Santo Cerro, La Vega. A su regreso a casa llegaba contenta y entusiasmada, llevando las golosinas que elaboraban en el lugar y que producían a gran escala para ofrecer a los peregrinos, como, por ejemplo: canquiña, roquete, hojaldre y melcocha. Mientras éramos pequeños permanecíamos en casa; esperábamos, con ansia, el día de Nuestra Señora de las Mercedes para recibir las exquisiteces que se elaboraban en ocasión de su fiesta. Al crecer también nos llevaba a la actividad mariana y comprábamos los dulces. Asocié el dulce, que se vendía, a la Virgen de las Mercedes. Y para mí se constituyó en, la “Virgen dulce”. De hecho, el nombre Mercedes viene del latín merces que equivale a “pago, recompensa” o “libertad”. Equivale a Madre de Misericordia, de Piedad o de Compasión. Este nombre está asociado a los secuestros de cristianos por parte de los musulmanes para llevarlos como esclavos a África, por quienes pedían rescate para su liberación.
Es en ese momento, surge el laico Pedro Nolasco, quien utilizó su patrimonio para pagar el rescate de los cristianos raptados para que no renegaran de la fe. Al agotarse sus recursos económicos se formaron cofradías recaudadoras de: “limosna para los cautivos”; pero, estas ayudas también se extinguieron. Entonces, Pedro Nolasco funda una congregación liberadora, bajo la advocación de Madre de la misericordia, Madre liberadora y modelo de libertad; que se llamará Santa María de la Merced. Según Nolasco, ella es la fundadora de la Congregación mercedaria; quienes se dedicaron a redimir los apresados por los musulmanes entregándose a sí mismos como rescate. Las Mercedes es la virgen de los privados de libertad, su nombre y su orden religiosa está llamada a combatir la injusticia, la falta de respeto, la intolerancia y la maldad; pues, la Merced está vinculada al amor, la tolerancia y el respeto por los demás, por esta razón cada 24 de septiembre se celebra no solo la fiesta de la Virgen de las Mercedes, sino también la fiesta de la Patrona de los reclusos. Ella es la “dulce” Madre de la libertad. Nuestra Señora de las Mercedes nos ayude a: “preservar la soberanía y la libertad del país de esas mafias y de esos indignos agentes, funcionarios y autoridades que se lucran con sus pecaminosos actos y comportamientos de explotación de los migrantes”; librarnos de las Instituciones internacionales y de los grupos que con sus propuestas malsanas “piden renunciar a nuestras leyes migratorias, al espíritu constitucional y a nuestros derechos como nación soberana”. Ella nos libre de esos políticos y funcionarios que van a buscar “lo suyo”.