Diferencial tasa de interés y expectativas cambiarias
Primer Tiro
El 26 de julio del año en curso la Reserva Federal aumentó su tasa de referencia desde 5.25% a 5.50%, mientras el 30 de agosto el Banco Central redujo la suya de 7.75% a 7.50%, lo cual produce otra disminución en el diferencial de tasa de interés de referencia entre ambas entidades monetarias, dejándolo tan solo en 200 puntos básicos. Los mercados de futuros imputan una muy baja probabilidad de aumento de la tasa de la Reserva Federal en su reunión de septiembre. Sin embargo, para el mes de noviembre esta probabilidad aumenta hasta cerca de 33%, lo que significa que si el Banco Central doméstico mantiene su actual tasa de referencia (Tasa de Política Monetaria, TPM), es posible que antes de que finalice el año se registre otra disminución del diferencial de tasas, lo que podría tener una alta incidencia en el balance de riesgos macroeconómicos, en el balance de salidas y entradas de capitales, y en las expectativas de devaluación a muy corto plazo, y de inflación a un mediano plazo.
Segundo Tiro
El fundamento de la decisión del Banco Central domestico es el comportamiento de la inflación, la cual se ha colocado dentro del rango de su meta. Pero la teoría de la paridad de interés predice que una disminución del diferencial de tasa debe producir una devaluación, pues invertir en activos denominados en la moneda extranjera se hace más rentable que hacerlo en la moneda local. Si la teoría es correcta, y si se toma en cuenta que desde el inicio de la flexibilización de la nueva política monetaria, la tasa de devaluación acumulada se ha acelerado hasta alcanzar el 4.1% en la actualidad, entonces se podría concluir que el impacto del actual escenario del diferencial de tasa dependerá a su vez de su incidencia en las expectativas y en los posibles aumentos en la demanda de la moneda extranjera con fines de cambio en la posición cambiaria de los inversionistas locales. Una aceleración mayor del ritmo de devaluación podría generar expectativas inflacionarias a mediano plazo, y eso sin tomar en cuenta el impacto de la reducción de la tasa de interés sobre la demanda interna.
Tercer Tiro
Sin embargo, y muy a pesar de lo expresado en el tiro anterior, los inversionistas deberán tomar muy cuenta la disposición del Banco Central a utilizar su alto volumen de reservas para defender temporalmente su posición de política monetaria expansiva, contrarrestando así la gran fuerza de la disminución adversa del diferencial de tasa de interés. Y más aun, la fortaleza del Banco Central para evitar gran parte del efecto negativo del citado diferencial es mucho mayor cuando se toma en cuenta su capacidad de ejecutar operaciones monetarias y cambiarias que amortiguan su efecto. En el mes de agosto, sus reservas internacionales netas aumentaron en US$ 390.1 millones, aunque también se registró un aumento de la cuenta del pasivo “Otros Depósitos de las Otras Sociedades de Depósitos” de RD$ 70,912.5 millones. Aunque hay que reconocer que el ahorro y la acumulación de reservas son como los amortiguadores, que existen para absorber los choques y los costos de mantener un nivel mínimo de consumo y de crecimiento, también hay que recordar que los almuerzos gratis no existen.