VIVENCIAS

La presencia de Dios

En otros artículos he citado a Horacio Bojorge SJ sacerdote jesuita uruguayo, esta vez, prácticamente transcribo todo cuanto trata sobre la actitud del creyente en su relación con Dios. Al respecto, considera que muchos verdaderos creyentes saben cómo hablar a Dios, con Dios, mas no sobre Dios o acerca de Él.

Entiende, que esta situación se inscribe, en que ya muchos no experimentan la presencia de lo divino, ya que, hay un alejamiento de esa presencia existencialmente, lo que desemboca, según Bojorge en el desatino naturalista que consiste en separar a Dios del Hombre, al Creador de la Creación, al orden natural del sobrenatural, a la naturaleza del misterio.

Entiende, que el naturalismo es, en su esencia, un rechazo a la comunión ofrecida por Dios en la revelación, separación que tiene muchos matices en comprendiendo implícitamente la fe, el culto, la adoración y la alabanza y relegando al Dios vivo al silencio de lo que se da por supuesto.

Sin importar la forma que se presente esta actitud, siempre la consecuencia será el rechazo de la comunión, la negación de su existencia, la negativa a relacionarse con Dios. De ahí, que se podrá seguir hablando de Dios y hasta ocuparse intensamente con su idea, pero por más que se hable de Él ya no se habla con Él, Dios se ha convertido en un tema, en un objeto, ha dejado de ser una presencia.

Se parece, a la receta del comunista italiano Antonio Gramsci, que “hay que primero que adueñarse del mundo de las ideas para que las nuestras, lleguen a ser las ideas del mundo”.

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