TESTIGO DEL TIEMPO

Reelección y división

En nuestra historia política reciente, las únicas reelecciones presidenciales exitosas contaron con el apoyo de un partido unido, el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) no luce unido. Otra característica que garantizó reelecciones fue un liderazgo indiscutible, el ex presidente Joaquín Balaguer siempre fue el “líder máximo” de su partido.

El PRM está lejos de ser partido unido, y al presidente Luis Abinader nadie lo confunde con un “líder máximo”. Abinader llegó relativamente tarde a la actividad política, e hizo su nombre con un anti-reeleccionismo rabioso. Hoy, es imposible negar la existencia de Ramón Alburquerque y Guido Gómez Mazara, líderes disidentes del gobierno, dentro del PRM.

La lucha interna del partido oficial crea situaciones ridículas, sus militantes en el exterior no votarán en las primarias para escoger el candidato presidencial. Votarán, sin embargo, por candidatos a diputados de ultramar. Gómez Mazara asegura que no permitirán las primarias presidenciales en el exterior porque Abinader no ganará esa competencia electoral.

Abinader nada hace para que sus 350 mil “compañeros” del extranjero voten en las primarias presidenciales. Con la división interna y el descontento de las bases, que no han probado las “mieles del poder”, Abinader la tiene difícil.

Su sólida imagen pública se construyó, no con ejecutorias presidenciales, sino con millonarias inversiones en los maquillajes mediáticos que criticaba desde la oposición, como criticó la reelección.

Su millonaria inversión mediática no cambia la insatisfacción de las irredentas bases del PRM. ¿Cuántos saldrán a buscar votos para reelegir al mismo presidente que ellos llevaron y después les dio la espalda?

La reelección ha consolidado y destruido partidos.

El intento de reelección de Hipolito Mejía destruyó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de dónde salió el PRM “anti-reeleccionista”, ahora Abinader decidió renunciar a ese “principio partiario”.

Abinader acumuló muchos seguidores políticos oponiéndose rabiosamente a la reelección, debemos recordar eso, las bases no lo olvidarán.

¿Cómo tomarán las bases del PRM, “anti-reeleccionistas por principio”, la reelección de Abinader, que no les cumplió?

La nación tiene muchos sentimientos contradictorios sobre la reelección.

El PRM está dividido y las bases tienen un gran disgusto, quizá esa combinación termine saboteando la reelección.