EN ESPECIAL
Arrecia la lucha electoral
El crecimiento del vientre, provoca que se apure el matrimonio. Urge el anuncio antes de que los padres detecten que las corridas al baño de la muchacha nada tienen que ver con indigestión estomacal gastronómica.
En política, hay plazos fatales de ley o urgencias coyunturales que pudieran obligar a desafiar fenómenos naturales o eventos que disputen la atención pública.
En el caso del anuncio de los acuerdos de alianzas de los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo, ¿qué pudo haber generado la prisa? Todos sabemos que la víspera del paso de una tormenta, que además prometía volúmenes históricos de agua no es el mejor momento.
¿Había que salir con lo que se tuviera a mano para evitar la frustración de negociadores desgastados y animar a las bases y aliados de ambos partidos?
Las negociaciones tenían semanas prácticamente estacionadas por las duras posturas de los delegados acerca de las demarcaciones de mayor cantidad de votantes del país y las piedras que colocan en el camino importantes figuras moradas que resisten la reconciliación.
Lo cierto es que pese al mal momento mediático, los dos grupos tenían que mandar un mensaje, un aviso de progreso aunque se pueda apreciar limitado.
El impacto de la aproximación de los archienemigos, forzados por sus militantes, es indudable que produjo un impacto en el escenario electoral, no tan determinante como alegan sus promotores, ni tan anémico como sentencian sus detractores.
¿Influyó negativamente el “mediador” en los acuerdos? ¿Era Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, el adecuado?
Lo cierto es que Miguel, excelente tipo, próspero ingeniero y empresario inmobiliario, con destacado desempeño como canciller, no es un modelo de político exitoso. Lo reafirma su penoso desempeño al frente del PRD, otrora de amplia base popular, hoy reducido a su mínima expresión.
Además, en un momento de alianza con el PLD, antes de la división, declaró que su PRD mantendría los acuerdos si Danilo Medina resultare el candidato presidencial.
Vargas, al menos mantiene al PRD dentro de la ventaja del financiamiento electoral que distribuye el 80 por ciento entre los que superan el 5 por ciento en las elecciones. Los otros son PRM, PLD y FP. Diversas encuestas sitúan al PRD en 1.1 de apoyo.
Claro, el mediador no podía ser José Francisco Peña Guaba, presidente del Bloque Institucional (BIS) y vocero de un esfuerzo opositor, integrado por grupos más cercanos a Leonel Fernández, candidato presidencial de la FP. Saludó el anuncio y agregó detalles sobre un “frente opositor” que dio ganador.
Hay posiciones francas sobre las ventajas de las alianzas ante un oficialismo a la ofensiva, pero también muchas poses y simulaciones de algunas figuras con la mirada en el 2028.
Asimismo, hay que vencer resistencias de aspirantes entusiasmados con la promoción de sus figuras que rechazan todas las mediciones que les desfavorecen.
Surgen cálculos más cercanos al rompimiento cuando se valora lo relativo a la absorción que sufriría el partido que llegase en tercer lugar, si el de la segunda posición lograre el triunfo presidencial.
Del lado del oficialismo, sus voceros adelantan que el PRM conformará una amplia alianza de más de 20 partidos y movimientos políticos, para retener el poder en las elecciones presidenciales.
Los aliancistas opositores, mientras negocian ampliar los acuerdos, han arreciado sus ataques a la administración del PRM y enfrentando las iniciativas oficialistas en el congreso nacional.
Abinader y el PRM se movilizan en el territorio nacional y para el fin de semana el gobierno tenía previsto la inauguración de 14 obras y entrega de apartamentos.
La disputa adquiere matices interesantes en el crucial Santiago.